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FRAILES: Estaba el otro día delante del ordenador cuando me...

Estaba el otro día delante del ordenador cuando me acordé de que tenía que llamar a mi amigo Eusebio. Descuelgo y marqué el número de memoria. Me contestó un tipo con muy mal humor diciendo.
- ¿Qué quiere?
-Soy Paco Elvira, ¿podría hablar con Eusebio Fernández?- dije amablemente.
-Te has equivocado, gilipollas- me contesto y acto seguido colgó.
No daba crédito a lo que oía. Revise mi agenda y comprobé que, efectivamente, me había equivocado. Pero como aún recordaba el numero “erróneo” del para mi, mal educado tipejo, decidir volver a llamar y afearle, amablemente, su conducta y cuando me cogió el teléfono, no esperé a que contestarse y le dije:
-Eres un mal educado- y colgué rápidamente.
Inmediatamente anote le numero en mi agenda en la “EME” como correspondía a mal educado.
Cada dos o tres semanas, o cada vez que estaba cabreado (últimamente muy a menudo, por mi problema con el tabaquismo) volvía a llamarlo y sin dejarle contestar le decía:
-Eres un mal educado.
Esto me llego a servir como terapia porque de algún modo me relajaba. Pero unos meses después, la maldita Telefónica introdujo el servicio de identificación de llamadas, lo cual me deprimió un poco al tener que dejar de llamarle si no quería ser identificado. Pero de repente, un día se me ocurrió una idea: marque su número y cuando escuché su voz le dije:
-Hola, le llamo del departamento de ventas de Telefónica para ver si conoce nuestro servicio de identificación de llamadas.
-No,- me contesto de forma grosera y colgó.
Rápidamente lo vuelvo a llamar y le digo:
Eres un mal educado.
Un mes después, me encontraba esperando, en el aparcamiento de Al campo, que una viejecita sacara, muy lentamente, su coche de la única plaza libre que había, para aparcar el mío. Cuando aparece de la nada un Golf GTI negro a toda velocidad y se metió en el hueco, que yo llevaba tiempo esperando usar. Comencé a tocar el claxon y a gritar con todas mis fuerzas:
- ¡Eh, oiga!, ¡Que estaba yo esperando!, ¡No puede hacer eso!.
El tipo del Golf se bajo, cerró el coche y se fue hacia el centro comercial ignorándome por completo. Yo me quedé completamente frustrado y pensé:”Este tío es otro mal educado. El mundo está lleno de ellos”. Justo en ese momento veo un letrero de “SE VENDE” en el cristal trasero del GTI. Lógicamente anote el numero y me fui a buscar otra plaza.
-A los dos o tres días, vi en mi agenda el numero del otro educado y me acorde de que había anotado el del Golf y pensé que sería bueno que se conocieran los dos. Así es que le llame y le dije:
-Buenos días. ¿Es Usted el dueño del GOLF negro que se vende?
Si, el mismo.
¿Podría decirme dónde puedo ver el coche?
- Si, por supuesto. Yo vivo en la calle Don Ramón de la Cruz esquina a Montesa, en un bloque amarillo y el coche está aparcado justo en frente.
- ¿Cómo se llama usted?
- Enrique Juarez
- ¿Qué hora sería la mejor para encontrarme con usted y discutir los detalles de la operación?
- Pues suelo estar en casa por las noches a partir de las ocho.
- ¿Puedo decirte algo, Enrique?
- Sí, claro.
- Enrique, eres un mal educado de la hostia – y colgué.
Ahora ya tenía bien localizados a mis dos educados, a este, al anotarlo en la agenda, lo hice con el nº 2 re anotando al otro con el nº 1. De manera que empecé llamando ora a uno ora a otro hasta que un día después de unos whiskies, se me ocurrió la forma de resolver este problemilla en que se habían convertido para mí estos dos hijos de su m… Y empecé llamando al nº 1
-Dígame.
- Hola mal educado – pero esta vez no colgué.
- ¿Estás ahí todavía, verdad, cabrón?
- Si, mal educado.
- Deja ya de llamarme o…
- Nooooo.
- Si supiera quién eres te rompería la boca – me dijo.
- Me llamo Enrique Juarez y si tienes cojones vienes a buscarme. Vivo en la calle Don Ramón de la Cruz esquina a Montesa en un bloque amarillo, justo en la puerta que hay un GOLF GTI negro aparcado, so hijo puta.
- ¡Ahora mismo voy para allá! Tu si que eres un hijo puta y ya puedes ir rezando todo lo que sepas. Te voy a matar a hostias.
- ¿Si? ¡Qué miedo medas, maleducado! – y colgué.
Y llamo al nº 2:
-Dígame.
- Hola mal educado – y no colgué-
- Como te pille algún día….
¿Qué me vas a hacer, mal educado?
-Te voy a patear las tripas pedazo de cabron.
- ¿Si?, Pues a ver si es verdad, ahora mismo voy hacia tu casa – y colgué
Por último, cogí el teléfono y llame a la policía. Les dije que estaba en la calle Don Ramón de la Cruz esquina a Montesa y que iba a matar a mi novio homosexual en cuanto llegara a casa y termine dándole los datos físicos de mis dos educados.
Luego hice otra llamadita a “Madrid directo” y les dije que en la calle tal y tal, se iba a producir una gran pelea entre bandas rivales y cogí mi coche y me fui rapidísimo para allí.
- Continuara…