Buenas noches amigos foreros
Bueno en primer lugar y muy tarde pero nunca es tarde si la dicha es buena, felicitar al señor leblanc por su 89 cumpleaños, señor paez dale un fuerte abrazo de mi parte a tu padre
Y ahora voy a explicar yo a todos a mi manera y tal y como yo la viví, la visita que hicimos este domingo, algunos pinchiteros a la piedra el palo.
Quedamos a las 7:30 llegue a recoger a Francis y vi que no habia luz encendida y me dije, date ya empezamos aporreando puertas otra vez, pues al timbre, un minuto después alli estaba este hombre, con su pijama despainao y con las lagañas puestas y me dice el macho, que me he dormio, si no me lo dice ni me doy cuenta, bueno mientras te preparas voy a por el Chache Juan, lo recojo y bajamos a casa de Francis otra vez, seguía sin salir 15 minutos después asomo el bigote y nos fuimos a la sierra, ya íbamos un poco tarde, para la ora que habíamos quedao con nuestro guia voluntario y conocedor de la ruta Pedro, que fruto de la casualidad conocí el lunes anterior por la averia de uno de mis brazos, bueno pues cuando llegamos al sitio acordado, comenzamos tras las presentaciones oportunas la ruta, fuimos a ver las colas del pantano el quiebrajano, bonito lugar, cientos de barbos que nos hacían la boca agua, pero seguimos con la ruta y comenzamos a subir a la piedra, en las primeras rampas ya había alguno que llevaba la lengua llena de tierra, poco a poco fuimos subiendo por el camino, otro se paraba haciendo fotos a todas las florecillas que iva encontrando, hasta que llegamos por fin al sitio deseado, que fue impresionante, valla pedazo de piedra que teníamos delate, con las ganas que teníamos de verla tan cerca, nos hartamos de echarle fotos de este lado desde el otro y a trozos, porque es tan grade que los objetivos de las cámaras no la cojian toda de una vez, si te alejabas ya no salia, te la tapaba el cortao de piedra donde estábamos subidos y otro entre tanto ya estaba liao con el bocata que mas que comer devoraba y comenzamos el descenso si la subida fue regular la bajada fue peor, otro que llego al coche a remolque y nos fuimos a comer, buscamos un sitio con buenas sombras, para descansar y hacer buena cuenta con la mochila, uno saco barios liotes de papel pletina, que yo pensé que era la bandeja de las papas del Angelillo, pero, no, eran bocatas, los cuales fueron cayendo sin remedio, uno tras otro después ya con la mochila vacia y la barriga bien llena, fuimos a ver un riachuelo cercano, el cual estuvimos escuchando su ronroneo mientras comíamos, por sus numerosos saltos y pozas, después nos volvimos al coche reventados, porque andar con la barriga vacía es una cosa pero con ella llena otra y lo que nos pedía el cuerpo era el deporte nacional la siesta, durante la cual otro se dedico a sacar fotitos, en posturas poco ortodoxas a los que estaban durmiendo, después de descansar nos volvimos para el pueblo y nos sentamos en la terraza del charro, a tomarnos unas infusiones y reírnos un rato con lo sucedido durante el dia, por alli vamos a los abuelos Carlos y Jaleo dentro de su coche, a lametones con un cucurucho cada uno, que mas que un helao parecían dos antorchas olimpicas y después a la Mariqueilla, malos pelos y su pequeña Nerea paseando a su gato, que llevaban mucho tiempo si pasearlo y luego cada uno a su casa, que viene el lunes que se mata y así terminamos el dia, un dia inolvidable para los que lo vivimos y esta no quita otra
andal con Dios foreros
Bueno en primer lugar y muy tarde pero nunca es tarde si la dicha es buena, felicitar al señor leblanc por su 89 cumpleaños, señor paez dale un fuerte abrazo de mi parte a tu padre
Y ahora voy a explicar yo a todos a mi manera y tal y como yo la viví, la visita que hicimos este domingo, algunos pinchiteros a la piedra el palo.
Quedamos a las 7:30 llegue a recoger a Francis y vi que no habia luz encendida y me dije, date ya empezamos aporreando puertas otra vez, pues al timbre, un minuto después alli estaba este hombre, con su pijama despainao y con las lagañas puestas y me dice el macho, que me he dormio, si no me lo dice ni me doy cuenta, bueno mientras te preparas voy a por el Chache Juan, lo recojo y bajamos a casa de Francis otra vez, seguía sin salir 15 minutos después asomo el bigote y nos fuimos a la sierra, ya íbamos un poco tarde, para la ora que habíamos quedao con nuestro guia voluntario y conocedor de la ruta Pedro, que fruto de la casualidad conocí el lunes anterior por la averia de uno de mis brazos, bueno pues cuando llegamos al sitio acordado, comenzamos tras las presentaciones oportunas la ruta, fuimos a ver las colas del pantano el quiebrajano, bonito lugar, cientos de barbos que nos hacían la boca agua, pero seguimos con la ruta y comenzamos a subir a la piedra, en las primeras rampas ya había alguno que llevaba la lengua llena de tierra, poco a poco fuimos subiendo por el camino, otro se paraba haciendo fotos a todas las florecillas que iva encontrando, hasta que llegamos por fin al sitio deseado, que fue impresionante, valla pedazo de piedra que teníamos delate, con las ganas que teníamos de verla tan cerca, nos hartamos de echarle fotos de este lado desde el otro y a trozos, porque es tan grade que los objetivos de las cámaras no la cojian toda de una vez, si te alejabas ya no salia, te la tapaba el cortao de piedra donde estábamos subidos y otro entre tanto ya estaba liao con el bocata que mas que comer devoraba y comenzamos el descenso si la subida fue regular la bajada fue peor, otro que llego al coche a remolque y nos fuimos a comer, buscamos un sitio con buenas sombras, para descansar y hacer buena cuenta con la mochila, uno saco barios liotes de papel pletina, que yo pensé que era la bandeja de las papas del Angelillo, pero, no, eran bocatas, los cuales fueron cayendo sin remedio, uno tras otro después ya con la mochila vacia y la barriga bien llena, fuimos a ver un riachuelo cercano, el cual estuvimos escuchando su ronroneo mientras comíamos, por sus numerosos saltos y pozas, después nos volvimos al coche reventados, porque andar con la barriga vacía es una cosa pero con ella llena otra y lo que nos pedía el cuerpo era el deporte nacional la siesta, durante la cual otro se dedico a sacar fotitos, en posturas poco ortodoxas a los que estaban durmiendo, después de descansar nos volvimos para el pueblo y nos sentamos en la terraza del charro, a tomarnos unas infusiones y reírnos un rato con lo sucedido durante el dia, por alli vamos a los abuelos Carlos y Jaleo dentro de su coche, a lametones con un cucurucho cada uno, que mas que un helao parecían dos antorchas olimpicas y después a la Mariqueilla, malos pelos y su pequeña Nerea paseando a su gato, que llevaban mucho tiempo si pasearlo y luego cada uno a su casa, que viene el lunes que se mata y así terminamos el dia, un dia inolvidable para los que lo vivimos y esta no quita otra
andal con Dios foreros