Me declaro católico, aunque no practicante, mis motivos tengo, en cuestión de política no lo tengo tan claro aunque tú sin dudar me etiquetas, pero a día de hoy creo que votaré al PP.
No soy ajeno al drama humano de estas personas, como casi nadie, pero tampoco soy ajeno a que una cosa es intentar que se adapten y vivir todos en paz y otra muy distinta a que por que no se ofendan sus sentimientos religiosos ofender los nuestros.
En muchas normas que regulan nuestra convivencia, con distinto rango y entre las que se encuentra nuestra carta magna, se puede advertir la presencia del PRINCIPIO DE RECIPROCIDAD, que como su propio nombre indica y en el contexto en el que viene reflejado, no quiere decir otra cosa que tu me permites yo te permito.
En nuestro caso no es así, yo te permito aunque tu no me permitas a mi.
Sirva como ejemplo, nuestros periodistas o diplomáticos van a tierras musulmanas y si las mujeres llevan velo, las nuestras lo usan para no ofenderlos BIEN.
Les permitimos que construyan mezquitas, que dispongan de imanes en cárceles profesores de religión en las escuelas, que me parece BIEN, pero ¿nos dispensan el mismo trato de favor los musulmanes a nosotros?
Total que yo voy a tu casa y me hago a tus costumbres, pero tu vienes a la mía y también me tengo yo que hacer a las tuyas, no lo entiendo.
Mi posición queda clara y sin demagogia, pero no me argumentéis nada con el trasfondo del drama humano y las pateras que me causan la misma indignación que a vosotros y hago lo mismo que vosotros para remediarlo.
S.B.C.M.
... (ver texto completo)