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CASTILLO DE LOCUBIN: Reseña de "El falangista vencido y desarmado" de Andrés...

Reseña de "El falangista vencido y desarmado" de Andrés Sorel
Contra la memoria edulcorada

Eduardo Matos-Martín

Desde mediados los años noventa, aproximadamente, el panorama literario del Estado español ha presenciado un fuerte resurgimiento de la memoria, con una copiosa producción narrativa en torno a la guerra civil, la dictadura franquista y la transición. Tal es así que, a la luz de la abundancia de todo tipo de publicaciones, se llegó incluso a hablar de una saturación de memoria o, como señalaba irónicamente el novelista Isaac Rosa, de un “empacho” o “indigestión”. Sin embargo, semejante proliferación de cultura histórica no se ha correspondido generalmente con una satisfactoria factura de la misma y tampoco ha ido siempre de la mano con las reivindicaciones del movimiento asociativo por la recuperación de la memoria. Al contrario, puede decirse que lo que ha predominado en estos últimos tiempos en las librerías españolas ha sido, de acuerdo con el mismo Isaac Rosa y con el título de una de sus novelas, una “mala” memoria, una memoria banalizada, es decir, una memoria comodificada y despolitizada que, dentro del marco de la actualidad globalizada y neoliberal, ha estado mayormente supeditada a las estrategias comerciales del mercado editorial o a ciertos discursos explicativos oficiales como el reparto de culpas o la supuesta “reconciliación” de las dos Españas. Digamos así que, por lo general, la memoria literaria dominante en estos últimos tiempos no ha evocado ni denunciado como sería deseable al Estado católico-fascista, a menudo dejando de lado sus aspectos más oscuros, y sacrificando la reflexión crítica y comprometida en aras de formatos más mediáticos que buscan la complicidad del gran público mediante fuertes inversiones en el capital nostálgico, utópico y sentimental, tramas domesticadas ideológicamente, personajes mitificados, épicas sensacionalistas, procesos históricos superficializados, etc. Ahora bien, por debajo y frente a esas prácticas culturales espectacularizadas y desideologizadas no hay duda de que también ha irrumpido en la escena literaria española una interpretación disidente de la memoria que busca verdad y justicia para los represaliados por el franquismo. Así entonces, desde el ámbito de la ficción también han aparecido textos con un fuerte activo discordante, narrados desde la discrepancia con las narrativas oficiales, y con un claro propósito de arrojar luz crítica sobre un pasado aún no superado del todo. Entre estas voces alternativas y comprometidas, y en general más minoritarias, creo que puede enmarcarse una muy interesante pero poco conocida obra del escritor Andrés Sorel: "El falangista vencido y desarmado".......