Prólogo
"Educación para la Ciudadanía", de Carlos Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero, entre otros
Es curioso cómo los periodistas acaban creyéndose sus propias mentiras, porque
el caso es que en el programa 59”, de TVE, también resumieron la tesis principal
del libro del mismo modo. Luego pasaron a rasgarse las vestiduras, hasta el
punto de que Melchor Miralles, directivo del diario El Mundo, pidió que a los autores nos inhabilitaran de por vida para la docencia (en todo caso, en descargo del director de 59”, hay que señalar que accedió a leer una nota de rectificación en el programa siguiente; por supuesto, no se puede decir lo mismo de Melchor Miralles).
Se han publicado otras mentiras absolutamente descabelladas, como, por ejemplo,
que mostramos algún tipo de menosprecio hacia los gitanos (Alfonso Ussía,
La Razón, 19 de agosto de 2007) cuando, en realidad, son mencionados precisamente como modelo de resistencia frente a los mecanismos destructores de la familia que pone en juego el capitalismo (que constituye, éste sí, el blanco de nuestras críticas); mentiras absurdas, como que consideramos intolerable mantener lavirginidad hasta el matrimonio, cuando lo único que decimos a ese respecto es que se trata de un asunto que debe quedar gobernado por la voluntad libre de cada uno; o mentiras delirantes, como que defendemos que la «dignidad» es comportarse como «un buen cerdo machista y tenerlos bien puestos» (La Razón, 17 de agosto de 2007), cuando, como es obvio, eso se propone precisamente como ejemplo de indignidad.
Lo más llamativo es que se hayan apuntado, por una parte, mentiras y, por otra,
insultos y descalificaciones, sin aportar ni un solo argumento. Fernando Savater
nos llamó «necios y sectarios» (ABC, 7 de agosto de 2007); Delgado Gal nos consideró «ineptos, fanáticos y paranoicos», al tiempo que se lamentaba de que fuéramos (« ¡ay!») profesores (ABC, 5 de agosto de 2007); Martín Prieto nos tildó de «retroprogres», «locos», «chequistas» y «lamelibranquios» (El Mundo, 12 de agosto de 2007); César Vidal nos llamó «escritores fracasados» y no sé cuántas cosas más (COPE, 12 de julio de 2007); Alfonso Ussía dijo que éramos unos «stalinistas», «comunistas», «genocidas» y nos invitó a irnos a vivir a Cuba (La Razón, 19 de agosto de 2007); Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez han hablado bastante de nuestro libro no sabiendo si llorar o reír y llegando a la conclusión de que, más que nada, somos unos «zumbaos».
Respecto a los insultos publicados en El Mundo y en La Razón hay que añadir,
además, que han sido especialmente cobardes y maleducados, porque estos diarios
(al contrario que El País o ABC) no nos han concedido derecho a réplica, ni siquiera las quince líneas de rigor en «Cartas al director». Tres cartas enviadas a PedroJ. Ramírez fueron rechazadas sin explicaciones.......
"Educación para la Ciudadanía", de Carlos Fernández Liria y Luis Alegre Zahonero, entre otros
Es curioso cómo los periodistas acaban creyéndose sus propias mentiras, porque
el caso es que en el programa 59”, de TVE, también resumieron la tesis principal
del libro del mismo modo. Luego pasaron a rasgarse las vestiduras, hasta el
punto de que Melchor Miralles, directivo del diario El Mundo, pidió que a los autores nos inhabilitaran de por vida para la docencia (en todo caso, en descargo del director de 59”, hay que señalar que accedió a leer una nota de rectificación en el programa siguiente; por supuesto, no se puede decir lo mismo de Melchor Miralles).
Se han publicado otras mentiras absolutamente descabelladas, como, por ejemplo,
que mostramos algún tipo de menosprecio hacia los gitanos (Alfonso Ussía,
La Razón, 19 de agosto de 2007) cuando, en realidad, son mencionados precisamente como modelo de resistencia frente a los mecanismos destructores de la familia que pone en juego el capitalismo (que constituye, éste sí, el blanco de nuestras críticas); mentiras absurdas, como que consideramos intolerable mantener lavirginidad hasta el matrimonio, cuando lo único que decimos a ese respecto es que se trata de un asunto que debe quedar gobernado por la voluntad libre de cada uno; o mentiras delirantes, como que defendemos que la «dignidad» es comportarse como «un buen cerdo machista y tenerlos bien puestos» (La Razón, 17 de agosto de 2007), cuando, como es obvio, eso se propone precisamente como ejemplo de indignidad.
Lo más llamativo es que se hayan apuntado, por una parte, mentiras y, por otra,
insultos y descalificaciones, sin aportar ni un solo argumento. Fernando Savater
nos llamó «necios y sectarios» (ABC, 7 de agosto de 2007); Delgado Gal nos consideró «ineptos, fanáticos y paranoicos», al tiempo que se lamentaba de que fuéramos (« ¡ay!») profesores (ABC, 5 de agosto de 2007); Martín Prieto nos tildó de «retroprogres», «locos», «chequistas» y «lamelibranquios» (El Mundo, 12 de agosto de 2007); César Vidal nos llamó «escritores fracasados» y no sé cuántas cosas más (COPE, 12 de julio de 2007); Alfonso Ussía dijo que éramos unos «stalinistas», «comunistas», «genocidas» y nos invitó a irnos a vivir a Cuba (La Razón, 19 de agosto de 2007); Jiménez Losantos y Pedro J. Ramírez han hablado bastante de nuestro libro no sabiendo si llorar o reír y llegando a la conclusión de que, más que nada, somos unos «zumbaos».
Respecto a los insultos publicados en El Mundo y en La Razón hay que añadir,
además, que han sido especialmente cobardes y maleducados, porque estos diarios
(al contrario que El País o ABC) no nos han concedido derecho a réplica, ni siquiera las quince líneas de rigor en «Cartas al director». Tres cartas enviadas a PedroJ. Ramírez fueron rechazadas sin explicaciones.......