En El Castillo de Locubín, pasé los mejores veranos de mi vida (en el rio). A los trece años, me paseé con mi primer amor en "El paseo", me fumé mi primer cigarrillo y bebí mi primera caña. Mi madre nació allí y algunos de mis familiares más queridos aún siguen en ese pueblo, que ahora, hecho un viejete, me suena a dulce sueño de niñez. ¡Dios, qué añoranza!. Paco (Tarragona).