¿Qué tal los Reyes? Nosotros, al salir de
casa, le dejamos su plato con rosquillas y su botella de anís, y al volver... ¡sorpresa!, se habían portado de maravilla. Antes, nos habían regalado una velada inigualable,
baile incluído, amenizada por nuestro
amigo Rafael "CURRITO". Cada día que pasa me parece más fenómeno.
Un abrazo,
José Merino