3 meses GRATIS

BENATAE: No te he dado ni rostro, ni lugar alguno que sea propiamente...

No te he dado ni rostro, ni lugar alguno que sea propiamente tuyo, ni tampoco ningún don que te sea particular, ¡oh adán!, con el fin de que tu rostro, tu lugar y tus dones seas tú quien los desee, los conquistes y de ese modo los poseas por tí mismo. La naturaleza encierra a otras especies dentro de unas leyes por mi establecidas. Pero tú, a quien nada limita, por tu propio arbitrio, entre cuyas manos yo te he entregado, te defines a tí mismo. Te coloqué en medio del mundo para que pudieras contemplar mejor lo que el mundo contiene. No te he hecho ni celeste, ni terrestre, ni mortal, ni inmortal, a fin de que tú mismo, libremente, a la manera de un buen pintor o de un hábil escultor, remates tu propia forma.
Pico de la Mirandola, "Oración de los hombres dignos".
José Bonaparte o Pepe Botella.