Este
verano he estado en Zalamea, donde hacía 10 años que no volvía, y, como siempre me ha pasado, me he ido de allí con lágrimas en los ojos. Pasé allí todos mis
veranos de la infancia, adolescencia y
juventud y puedo asegurar que no creo que nadie en el mundo (ni siquiera los que veranean en las Bahamas) lo haya pasado mejor que yo lo pasé en este maravilloso
pueblo. Este año volví a él y lo hice con mi marido y mis hijos, yo pensaba que mi admiración por Zalamea era algo personal, que mi opinión
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