Estoy de acuerdo con la conveniencia de votar a un grupo fuerte, sólido, por convicciones ideológicas o por pragmatismo político. El voto útil. Nos tiene que servir de ejemplo lo que pasa en España. Si el Partido Socialista tuviera mayoría absoluta, es decir, no dependiera del voto nacionalista y el apoyo ciego de Izquierda Unida, se haría otra política y no tendríamos que asistir al permanente chantaje de los Montilla y del asesino de Juana, que se ríe de todos los españoles cada día.