Decirle a un villarrasero que no hable de Cruces es como decirle a un almonteño que no hable del Rocío o a un sevillano que no hable de Semana Santa, o a un gaditano que no hable de carnaval. Por favor, esos que predican alternativas y se rasgan las vestiduras por el pique, luego son los que van más desbocados en los romeritos, basta ya de hipocresía. Todo lo que en Villarrasa se ha organizado con el fin de acabar con las Cruces, ha sido un estrepitoso fracaso, la mayoría de las veces por incoherencia de quienes lo promueven. El pique, hasta cierto punto es bonito, es un estado natural de la persona, todo lo que el ser humano ha hecho durante su historia, lo ha hecho en orden a la oposición de un contrario. Siempre se toma como referencia al otro para superarnos. Eso es así y no hay quien lo cambie porque está en los genes de la humanidad. He dicho y punto.