Ya va quedando menos, los diillas contados, los atavios desempolvandose para que todo brille un alegre sabado de abril al escuchar el son del tamboril, cuando subamos por ese camino que nos lleva al cielo ya que alli encontramos la paz y la armonía que ella nos brinda. Nuestra madre de la peña. Aqui una puebleña.
No me atrevo a escribir mas porque cada vez mas me emociono y menos palabras encuentro que igualen tanta grandeza, como la que ella a mi me hace sentir. En fin no encuentro palabras al hablar de mi madre.
Viva la reina andevaleña!!!
No me atrevo a escribir mas porque cada vez mas me emociono y menos palabras encuentro que igualen tanta grandeza, como la que ella a mi me hace sentir. En fin no encuentro palabras al hablar de mi madre.
Viva la reina andevaleña!!!