Si vas a pasear por
Niebla, después de ver el
castillo, te encuentras con la
Iglesia de
San Martín de la que solo se conserva el
ábside y la
portada mudéjar. Al estar al aire libre hace de la
plaza un
rincón curioso y bonito. Se puede aparcar bien cerca y dar un
paseo agradable. Son los restos de una iglesia de la que solo quedan la
puerta principal y el
altar, creando un espacio publico en la
calle singular y encantador