Hace pocos días tuve el gran honor de visitar nuevamente tan hermoso pueblo después de muchísimo tiempo sin poder verlo. Me alegró mucho ver que a pesar de los ya conocidos problemas con el agua, el pueblo sigue siendo único, cada vez que voy me gusta más. El ambiente, la gente, los bares, los monumentos... Soy aficionado a la fotografía y es uno de los pueblos más fotogénicos que conozco, he gastado varias pilas de mi cámara desde la peña. Sólo un reproche: ¡cuidemos nuestros monumentos, es una pena las pintadas que año a año siguen apareciendo en la peña!
Un saludo a todos los marochos. El polilla.
Un saludo a todos los marochos. El polilla.