Tus errores del pasado pueden, ellos solitos, castigarte. No hay necesidad de que tú les ayudes. Es natural sentir culpa y remordimiento por cosas del pasado que estuvieron mal. Sin embargo, una vez que has aprendido de tus errores la sensación de culpa no sirve para nada. Aunque pudieses hundirte en la culpa y la vergüenza por el resto de tu vida, ello no revertiría lo que ya ha sido hecho. Aprende del pasado y luego avanza. Evita volver a cometer los mismos errores otra vez. En lugar de flagelarte con la culpa, usa esa energía para dar pasos en positivo. Sintiendo culpa o pena por ti mismo sólo lograrás afligirte. ¿Tiene eso algún sentido? Toma una bocanada de aire fresco. El pasado ha quedado atrás. Concéntrate en lo que sí puedes hacer, no en lo que hubieses podido o debieras haber hecho. Tu poder está en el presente, e influirá en tu futuro. Obtén del pasado sabiduría, y luego mira hacia adelante. Es allí donde están todas tus oportunidades
