... la esperanza es lo último que se pierde....
Este año he estado en
Cabeza la Vaca después de muchos años. He estado en la
casa donde siendo niña pasaba algunos
veranos con mis padres y mis abuelos. Mis recuerdos son vagos pero ahí estaban; el
patio donde me refrescaba con cubos de
agua, (con algunos cambios); la
calle con sus sillas en la
puerta; el pilar de enfrente,.... ha valido la pena.