¡No! Yo no me lo pregunto. Es que lo veo y ademas de mal, arruinada, sin señas de identidad, sin timón, a la deriva, sin nadie que la gobierne. Pienso que hay que hacerlo con tacto y con una ideas no de partido, no por interés, sino por amor y cariño hacia el
pueblo.
Ver las inquietudes de los jóvenes, ir por las
calles, hablar y escuchar a los mayores, sus necesidades, no esperar a que vengan a mi, no dictar, ni imponer, sino estar para servir al pueblo.
Y eso que a este pueblo nunca jamás le
... (ver texto completo)