Altar y confesionario en la parroquia de Ntra. Sra. de las Angustias, AYAMONTE

Antonio León Ortega (Ayamonte, Huelva, 7 de diciembre de 1907-Huelva, 9 de enero de 1991) escultor español. Se formó en Madrid y creó un estilo propio en la imaginería andaluza del siglo XX. Antonio León Ortega nace en la ciudad de Ayamonte de la provincia de Huelva el 7 de diciembre de 1907. Desde adolescente, casi niño, muestra una fuerte inquietud y facultades innatas para la escultura, realizando sus primeras obras de forma autodidacta. Se forma en Madrid entre los años 1927 y 1934. Cursa los estudios de Escultura y de Profesorado de Dibujo en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, hoy Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Entre sus maestros se encuentran Mariano Benlliure, José Capuz, Manuel Benedito y Juan Adsuara, con quien trabaja durante una etapa. En estos años bebe además de las fuentes de la imaginería castellana, estudiándola en Valladolid, sobre todo a Gregorio Fernández y Alonso Berruguete. Trabaja en Huelva desde el año 1938 en su primer taller en la calle San Cristóbal, que comparte con el pintor Pedro Gómez, y que además de escuela informal de artistas se convierte en un ateneo de las artes y de las humanidades en la Huelva de la época, frecuentado por casi todos los artistas que viven o pasan por Huelva así como por poetas, médicos, escritores, periodistas. Siendo conocido entre ellos como la "Academia de San Cristóbal". En estos años estudia la imaginería sevillana sobre todo a su otro gran referente Martínez Montañés. En el año 1964 se traslada a un nuevo taller en la calle Médico Luís Buendía hasta el año 1985 en el que una enfermedad le aparta de toda actividad. En 50 años de duro trabajo realiza más de cuatrocientas obras, entre pequeño y gran formato, en madera, barro, piedra, bronce y otros materiales. La obra religiosa la elabora con boceto previo en barro y esculpida en madera de forma directa con gubia y mazo, a la manera tradicional de la imaginería española que había aprendido de José Capuz y de Juan Adsuara en su época madrileña. Realiza una gran parte de las imágenes de la Semana Santa en Huelva y Ayamonte y de numerosos pueblos de las provincias de Huelva y Badajoz y tiene otras obras religiosas y civiles en Sevilla, Cádiz, Málaga, Cáceres, Salamanca, Pontevedra, Madrid, Bélgica, Estados Unidos, etc., así como muchas otras de pequeño formato pertenecientes a coleccionistas privados de España y América. En su época madrileña realiza una escultura modernista propia de los años veinte, muestras de esta son el Retrato de Luna que se encuentra en el Museo Manuel Benedito y el Retrato de Trinidad Navarro en Ayamonte entre otros. León Ortega realiza una escultura seria, rigurosa y personal, creando un estilo propio fácilmente distinguible. Siendo escultor antes que imaginero consigue sus mejores obras en los grupos escultóricos, —el Descendimiento de Huelva es su obra cumbre donde consigue aunar la fuerza expresiva de Alonso Berruguete con la dulzura andaluza de su estilo— y en los Crucificados, —el Cristo de la Sangre de los Estudiantes es de una elegancia y belleza singular en la imaginería española—. Realiza además cantidad de Vírgenes —las imágenes de candelero no le entusiasman, prefiere la talla completa— con rostros llenos de dolor contenido, siendo su principal exponente la Virgen del Rosario y también la virgen del Perpetuo Socorro de Huelva. Además destacan en su producción de manera muy especial el Yacente, el Cristo del Perdón, el Ángel de la Oración, el Cristo de la Borriquita, el Jesús de las Tres Caídas, el Cristo de la Victoria, el Cristo de la Concepción, el San Cristóbal, la Virgen de las Angustias y la Virgen de los Ángeles en Huelva, el Pasión, el Yacente de las Angustias, el Cautivo, el Cristo de las Aguas y la Virgen de la Paz en Ayamonte, el Nazareno de Beas y el Nazareno de Moguer. En paralelo a la escultura desarrolla una labor como pedagogo en su taller, en el seminario Diocesano y en el embrión de lo que es hoy la Escuela de Arte León Ortega impartiendo clases de dibujo y modelado. Como escultor se dedica preferentemente a la imaginería, además de por ser una especialidad que desde siempre le atrajo, porque se siente fuertemente motivado por sus íntimas y fuertes convicciones religiosas mezcladas con una inquietud social que le sitúan en el área del cristianismo más comprometido. Sus primeras obras religiosas tienen un sabor barroco, pero luego conforma un estilo personalísimo que no es otro que la depuración de un clasicismo hacia formas cada vez más aligeradas de trazo y ornamentación, huyendo de forma intencionada del barroquismo, buscando una fusión de las imaginerías castellanas y andaluza lo que para el significa lograr la esencia de la escultura con el mínimo material expresivo posible. En el último lustro—trabaja hasta casi los ochenta años— su producción pierde parte de la potencia escultórica que la caracteriza, realizando esculturas de menor tamaño que exijan un menor esfuerzo físico y siendo la última, el busto de Madame Cazenave una obra depurada y sutil. Una mañana del 9 de enero del año 1991 fallece en su casa de Huelva siendo velado en la Escuela de Arte León Ortega
(19 de Abril de 2019)