ALOSNO: ¿Cuanto duraría POETA, ese banco de madera? ¿Cuantos...

AQUEL BANCO DE MADERA.

Aquel banco de madera
que aun perdido el espaldar
nos servía de descanso
por la tarde cuando empezamos
a enamorar.
Hoy se lo llevan en silencio
para en la hoguera quemar.

El Sauce desde lo alto
no ha parado de llorar:
lágrimas de fantasía
ramajes de soledad
y no tiene a quien dar sombra
ni a quien verse enamorar.

Cuando al llegar la tarde
el banco fui a buscar,
te he visto estatua
en granito aterrada contemplar,
cuatro huesos en el suelo,
son sus cuatro patas marcadas,
en ese mismo lugar
donde ayer pedí tu mano
que me aceptaste entregar.

Al Sauce le hemos mirado,
nos ha vuelto a enamorar
pero faltan esas tablas
y el óxido singular
de sus soportes de acero
fundición ornamental
enraizados en la tierra
como cepa sin podar.

Caminemos despacito,
busquemos otro lugar
donde el fruto del mañana
los hijos que han de llegar
se enamoren en silencio
con sólo hacerse mirar
por la rosa más hermosa
que en ese parque habrá.

Ya no existe el banco,
a la hoguera fue a parar
en una noche hermosa
de las noches de San Juan.

El Poeta.

¿Cuanto duraría POETA, ese banco de madera? ¿Cuantos amores se declararían en el? Son historias que se repiten, una y otra vez, son historias diferentes pero siempre iguales, amigo POETA.

Saludos. Saludos también para nuestra amiga ALOSNERA Y OLE.

TRILLAR Y ACARREAR

El trigo ya está segado
Los haces en medio la era
Los mulos trillando están
El viento marea se espera

El viergo vienta la parva
Al aire sin desatino
Para separar la paja
Del grano y de su destino

Las barcinas llena pajas
Los trilladores cargando
El sol ya se está escondiendo
Las sombras están asomando

El camino está alumbrado
Con la luz de luna llena
No hay descanso para el mulo
Con estos sacos de avena

El trigo en otro mulillo
Con tres costales cargado
Va camino del molino
En un cabezo plantado

La harina con los afrechos
Que en costal de tela vienen
Para fabricar el pan
Alimento que conviene

El lebrillo preparado
Con la harina del costal
La liuda desleída
Dos mujeres y a amasar

Los afrechos separados
Para preparar viandas
Buen provecho de los guarros
Que dura pena le aguarda

El cocido de garbanzos
Todos los días preparados
Para alimentar a mozos
De los campos destrozados

Toca el riego de los huertos
Con cubo y soga de esparto
Siempre al ocaso del día
Cuando el sol ya va de paso

A pesar de los trabajos
Sufridos, y sacrificados
Quedaban ganas de juergas
En las ferias de ganados
A. E. I.