Un Franciscano ha llegado,
Alosno se ha florecido,
Sus calles engalanadas,
Sus mujeres, los mejores vestidos,
San Antonio es el franciscano
Y un estandarte a traido,
Bueyes berrendos en la yunta,
Estandarte lleno de lirios,
La érmita se vislumbra,
Como vigilante fornído,
Las lágrimas besan tu cara,
De emoción y alegría,
San Antonio, nos acompaña,
A su gentíl romeria,
En la érmita ya répican,
Choétes se empiezan a escuchar,
El paso lento de los bueyes,
Estandarte blanco, va detrás,
Chiquillos, que corretean,
Jovencitas, vienen rezando
A San Antonio béndito,
Para que le valla ayudando,
Que cuando vuelvan ha hacer el camino,
Un novio, la valla acompañando,
Y allí, a la sombra de una éncina,
Una joven sigue rezando,
Pues sintió, un milagro,
¡Un beso, en sus lindos y rojos labios!
Con mi afecto: A ESPAñOLA ANTIGÜA.
El POETA.
Alosno se ha florecido,
Sus calles engalanadas,
Sus mujeres, los mejores vestidos,
San Antonio es el franciscano
Y un estandarte a traido,
Bueyes berrendos en la yunta,
Estandarte lleno de lirios,
La érmita se vislumbra,
Como vigilante fornído,
Las lágrimas besan tu cara,
De emoción y alegría,
San Antonio, nos acompaña,
A su gentíl romeria,
En la érmita ya répican,
Choétes se empiezan a escuchar,
El paso lento de los bueyes,
Estandarte blanco, va detrás,
Chiquillos, que corretean,
Jovencitas, vienen rezando
A San Antonio béndito,
Para que le valla ayudando,
Que cuando vuelvan ha hacer el camino,
Un novio, la valla acompañando,
Y allí, a la sombra de una éncina,
Una joven sigue rezando,
Pues sintió, un milagro,
¡Un beso, en sus lindos y rojos labios!
Con mi afecto: A ESPAñOLA ANTIGÜA.
El POETA.