Jarea.manuel Gonzalez, ZUJAR
SOLEDAD
Soledad de parques después de la lluvia que viene a alborotar el calor que sofoca el pavimento. Soledad silenciosa de las calles vacías y los mercados llenos. Soledad humana, humana soledad. Soledad imperfecta.
¿De dónde vienen las palabras? ¿ Hacia dónde van? Las palabras no son planas son redondas giran y giran hasta caer en los silencios. Los silencios que van en vendaval hacia tu barrio, son espirales eternas rondándome las ideas. Anónimo. Desde.
La jarea, un gran barrio, y esta la cuesta del cementerio.
EL TíO PURCHENA: Me es grato recordar a un hombre alrededor de los setenta y cinco, que con flexibilidad ayudaba en tareas de labranza. Era simpático, caminaba con elegancia con su bastón de almendro, disimulaba sus piernas ya cansadas, sus ojos azules claros y vivarachos, cuando miraba clavaba. La nariz grandota, aguileña y ligeramente curvada, hacía gracia, cuando gesticulaba, moviendo su crecida verruga de la cara. Era afable, dinámico y a veces enérgico, cuando perdía su escasa paciencia, su...
Menudas tortas me he pegado en esta calle cuando estaba empedrada, y como cambian las cosas, besos desde barcelona.
Cuanta calor subiendo esta cuesta en pleno agosto...
Soledad de parques después de la lluvia que viene a alborotar el calor que sofoca el pavimento. Soledad silenciosa de las calles vacías y los mercados llenos. Soledad humana, humana soledad. Soledad imperfecta.
¿De dónde vienen las palabras? ¿ Hacia dónde van? Las palabras no son planas son redondas giran y giran hasta caer en los silencios. Los silencios que van en vendaval hacia tu barrio, son espirales eternas rondándome las ideas. Anónimo. Desde.
La jarea, un gran barrio, y esta la cuesta del cementerio.
EL TíO PURCHENA: Me es grato recordar a un hombre alrededor de los setenta y cinco, que con flexibilidad ayudaba en tareas de labranza. Era simpático, caminaba con elegancia con su bastón de almendro, disimulaba sus piernas ya cansadas, sus ojos azules claros y vivarachos, cuando miraba clavaba. La nariz grandota, aguileña y ligeramente curvada, hacía gracia, cuando gesticulaba, moviendo su crecida verruga de la cara. Era afable, dinámico y a veces enérgico, cuando perdía su escasa paciencia, su...
Menudas tortas me he pegado en esta calle cuando estaba empedrada, y como cambian las cosas, besos desde barcelona.
Cuanta calor subiendo esta cuesta en pleno agosto...