Un abogado le vendió un pozo a un profesor jubilado.
Dos días después, el abogado regresó y le dijo:
"Le vendí el pozo, pero no el agua. Si quiere usarla, tendrá que pagarme un extra".
El profesor, con una sonrisa tranquila, respondió:
"Justo de eso quería hablarle. Si el agua es suya, tiene hasta mañana para sacarla de MI pozo. De lo contrario, me veré obligado a cobrarle un alquiler".
El abogado, visiblemente avergonzado, balbuceó:
"Pero... ¡solo estaba bromeando!".
Entonces el profesor, ... (ver texto completo)
Dos días después, el abogado regresó y le dijo:
"Le vendí el pozo, pero no el agua. Si quiere usarla, tendrá que pagarme un extra".
El profesor, con una sonrisa tranquila, respondió:
"Justo de eso quería hablarle. Si el agua es suya, tiene hasta mañana para sacarla de MI pozo. De lo contrario, me veré obligado a cobrarle un alquiler".
El abogado, visiblemente avergonzado, balbuceó:
"Pero... ¡solo estaba bromeando!".
Entonces el profesor, ... (ver texto completo)