Amigo Antonio. Mi agradecimiento por lo que me expones en tu mensaje, que jamás en la vida plantearía un juicio para hacerme con lo que di a Salar. Ya que de otra forma jamás se podría recuperar y lo que se da no se debe reclamar.
Los terrenos y casa están destinados a lo acordado en la escritura pública.
Menos un trozo que se encuentra entre el cal o acequia, y el rió que esta desegregado del huerto y casa de Encarna Conde. Que fue de Emilio Tejero en la época de los años mil novecientos cuarenta que en referidas fechas ostentaba la Alcaldía de Salar, y vivió en referida casa con sus vacas y demás ganado que era de lo que se vivía.
Cuando paseamos por cualquier aldea, villa, población u ciudad según se encuentra sus calles, plazas, parques y demás que sean de dominio publico apreciamos lo bien o mal de la autoridad local, la fe que tiene de conservar su localidad.
Suponemos que si los terrenos de dominio publico hubiese capital todos querrían cuidar, que mala suerte que solo tenga maleza que nadie quiere quitar si no le pagan su jornada sabiendo que todos los días puede disfrutar de calles, plazas, parques, jardines y demás lugares de dominio publico sin costarle nada. Que casualidad que todas las tierras que están bien cuidadas están en Salar ya que son de su propiedad particular y que otras personas no puedan disfrutar.
Recibe apreciado Antonio tu y tus mas allegados un saludo especial de vuestro amigo Marino Ramírez Trassierra
Los terrenos y casa están destinados a lo acordado en la escritura pública.
Menos un trozo que se encuentra entre el cal o acequia, y el rió que esta desegregado del huerto y casa de Encarna Conde. Que fue de Emilio Tejero en la época de los años mil novecientos cuarenta que en referidas fechas ostentaba la Alcaldía de Salar, y vivió en referida casa con sus vacas y demás ganado que era de lo que se vivía.
Cuando paseamos por cualquier aldea, villa, población u ciudad según se encuentra sus calles, plazas, parques y demás que sean de dominio publico apreciamos lo bien o mal de la autoridad local, la fe que tiene de conservar su localidad.
Suponemos que si los terrenos de dominio publico hubiese capital todos querrían cuidar, que mala suerte que solo tenga maleza que nadie quiere quitar si no le pagan su jornada sabiendo que todos los días puede disfrutar de calles, plazas, parques, jardines y demás lugares de dominio publico sin costarle nada. Que casualidad que todas las tierras que están bien cuidadas están en Salar ya que son de su propiedad particular y que otras personas no puedan disfrutar.
Recibe apreciado Antonio tu y tus mas allegados un saludo especial de vuestro amigo Marino Ramírez Trassierra