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PURULLENA: ¡Uyyyyyyyyyy que "penita de infanta y familia", vamosssss...

¡Uyyyyyyyyyy que "penita de infanta y familia", vamosssss y el país que mantiene "sus privilegios monarquicos metida en una crisis profunda.. pero a ella y cía, qué? " ¡

Durante las últimas semanas, la hija menor del Rey apenas sale de su domicilio en Washington.
Corren tiempos difíciles para la Infanta Cristina. En los últimos dos meses, la vida de la hija menor de los Reyes ha experimentado un cambio de 180 grados y ha sido en negativo. Hasta que el pasado 7 de noviembre, cuando aparecieron las primeras informaciones en las que se vinculaba a Iñaki Urdangarin con un caso de presunta corrupción, doña Cristina llevaba una vida tranquila y plácida existencia en su casa del exclusivo barrio de Chevy Chase, donde viven las familias más adineradas de Washington. Allí, donde reside desde el verano 2009, doña Cristina simultaneaba el cuidado de su casa con su trabajo como directora del Área Internacional de la Fundación la Caixa y los eventos oficiales que le asignaba la Casa del Rey. Los fines de semana los dedicaba a disfrutar de la compañía de su marido y sus preciosos cuatro hijos. Ahora esta vida perfecta se ha ido al traste: en la Zarzuela ya no se cuenta con la Infanta para actos de representación de la Corona y tuvo que aceptar el <<consejo>> de que no viniera a España a pasar las Navidades por el escándalo que gira en torno a su marido y que tanto ha afectado a la Corona. Así las cosas, visiblemente más delgada en las escasísimas veces que se le ha visto en público en las últimas semanas, Cristina se ha recluido en su hogar para escapar de los fotógrafos que vigilan las cercanías de su residencia, esperando captar instantáneas con las que ilustrar el continuo goteo de informaciones que esta anómala situación está generando. Según explica la periodista Mabel Galaz en el diario <<El País>>, la Infanta <<casi no sale de casa y, por eso, cualquier tarea, como comprar unas botas a su hija Irene, tiene que delegarlas>>. Es su marido, también muy afectado por lo que él considera <<calumnias>>, quien acompaña a los niños hasta la esquina para tomar el autocar escolar o el que acude al supermercado para hacer las compras aunque cada vez usan más Internet para no exponerse al exterior. Al parecer, Cristina está tan abatida que algunos piensan que su estado de ánimo podría influir negativamente en el desempeño de sus tareas laborales, que hasta el momento ha cumplido con total satisfacción para la entidad bancaria catalana. Pero lo que más preocupa a Cristina es cómo puede afectar el escándalo a sus hijos.