Ratzinger no tendrá el carisma de Juan Pablo II, pero la gente se sigue echándose a la calle ante sus convocatorias.
Se calcula que 150 millones de personas van a seguir las andanzas españolas de Benedicto XVI por televisión.
De tierra de santos, místicos y mártires, España ha pasado a ser la vanguardia europea del laicismo. Al menos así lo ven algunos miembros de la curia y de la jerarquía católica española, que ahora observan el solar nacional como un país de misión. Los datos son elocuentes: apenas el 14% de los católicos españoles van a misa y el año pasado las bodas civiles superaron en número a los matrimonios religiosos.
Un 72% de la población se declara católica, cuando hace ocho años lo hacía el 80%.
Por añadidura, las dos legislaturas de Zapatero han traído el matrimonio homosexual, el divorcio exprés y la posibilidad de que una chica de 16 años aborte sin el consentimiento de los padres.
Está claro que para el Papa España necesita un repaso.
Se calcula que 150 millones de personas van a seguir las andanzas españolas de Benedicto XVI por televisión.
De tierra de santos, místicos y mártires, España ha pasado a ser la vanguardia europea del laicismo. Al menos así lo ven algunos miembros de la curia y de la jerarquía católica española, que ahora observan el solar nacional como un país de misión. Los datos son elocuentes: apenas el 14% de los católicos españoles van a misa y el año pasado las bodas civiles superaron en número a los matrimonios religiosos.
Un 72% de la población se declara católica, cuando hace ocho años lo hacía el 80%.
Por añadidura, las dos legislaturas de Zapatero han traído el matrimonio homosexual, el divorcio exprés y la posibilidad de que una chica de 16 años aborte sin el consentimiento de los padres.
Está claro que para el Papa España necesita un repaso.