Compramos energía a futuro

PEDRO MARTINEZ: EL NIÑO QUE LUSTRA ZAPATOS Y LA LECCIÓN QUE NADIE OLVIDÓ...

EL NIÑO QUE LUSTRA ZAPATOS Y LA LECCIÓN QUE NADIE OLVIDÓ

Era una mañana cualquiera en un café del centro.
Un niño, de unos 12 años, cargaba un viejo cajón de lustrabotas.
La ropa limpia, pero gastada.
Los zapatos rotos de tanto andar.
Se acercó a un hombre elegante, con reloj de lujo y traje a medida.
—Señor, ¿le lustro los zapatos?
El hombre ni lo miró.
—Vete de aquí, niño. Anda a mendigar a otro lado.
El niño bajó la mirada, pero el hombre siguió.
—Quizás si tu padre trabajara más, tú no estarías aquí.
En ese momento, una silla se arrastró cerca.
Un hombre alto, con camiseta sencilla, se levantó.
Era Peyton Manning.
Se acercó al hombre del traje y dijo:
— ¿Me permite un segundo?
Luego miró al niño:
—Mis botas están sucias, ¿me ayudas?
El niño sonrió y empezó a trabajar.
Peyton se agachó a hablar con él de verdad:
Le preguntó su nombre, sus sueños, su vida.
Cuando terminó, Peyton sacó un billete de 100 dólares y se lo entregó.
—Esto es por tu esfuerzo, no por lástima.
Y mirando al hombre del traje, dijo en voz alta:
—Hoy juzgaste a alguien que trabaja, no que mendiga.
Ese niño está haciendo más por ganarse el respeto que tu reloj de lujo.
Nadie dijo nada.
El hombre tomó su café en silencio y se marchó.
Peyton volvió a sentarse, sonrió al niño y le guiñó un ojo:
—Sigue así. Un día te lustrarán los zapatos a ti.