Compramos energía a futuro

PEDRO MARTINEZ: ¿Darías tus piernas… a cambio de todo lo que deseas?...

¿Darías tus piernas… a cambio de todo lo que deseas?
El niño lo miraba como si fuera de otro planeta.
Ropa impecable. Reloj de lujo. Un auto que parecía sacado de una película.
— ¿Te gusta el coche? —le preguntó el joven elegante, con una sonrisa amable.
El niño, con la ropa rota y los zapatos desgastados, solo asintió con los ojos bien abiertos.
—Debe ser increíble tener una vida como la tuya —susurró.
Entonces el joven se acercó. Se agachó hasta quedar a su altura. Lo miró fijo… y dijo algo que el niño jamás olvidaría:
—Hagamos un trato.
— ¿Qué trato?
—Te doy mi coche, mi dinero, mi casa, mi ropa… todo.
Pero tú me das tus piernas.
El niño frunció el ceño. No entendía.
— ¿Mis piernas?
—Sí. Porque yo no tengo.
Y entonces lo notó: el joven tenía prótesis.
— ¿Qué dices? ¿Aceptas? Yo te doy todo… y tú solo me das eso que usas cada día sin pensarlo.
El niño bajó la mirada. Sintió un nudo en la garganta. Y por primera vez en su vida… no se sintió pobre.
—No —respondió con voz bajita—. Gracias. Me quedo con mis piernas.
Y se fue caminando. Lento. Pensando.
Pero con una sonrisa distinta.
Moraleja:
A veces, lo que das por hecho…
es lo que alguien más daría todo por tener.
No necesitas tenerlo todo para ser rico.
Solo necesitas darte cuenta de lo valioso que ya tienes.