¿POR QUÉ MATAMOS? Cuento de la etnia Ila (Zambia)
Un día una mujer con su bebé se fue a trabajar al campo cuando el niño comenzó a llorar. La madre para calmarlo lo amamantó; y cuando cerraba ya los ojitos de sueño, lo dejó a la sombra y se puso a cavar.
Al rato, el niño lloró otra vez pero entonces llegó un águila, que se posó sobre él y con sus alas lo calmó. Sin embargo, la madre al ver el gran pájaro pensó que iba a comerse a su bebé y fue corriendo. El águila, asustada, emprendió el vuelo; la madre se echó a su hijo a la espalda y regresó al poblado.
A la mañana siguiente, la mujer fue de nuevo a trabajar y sucedió lo mismo. Dejó a su bebé a la sombra, al rato este se puso a llorar y llegó el pájaro y lo calmó. Pero la madre estaba muy alterada, con lo que volvió a su casa y se lo contó a su marido, que se negó a creer que un águila hubiera estado sobre el pequeñín sin comérselo.
Total, que al día siguiente decidieron ir juntos al campo. El hombre, armado con su arco, se escondió entre el ramaje mientras su esposa dejaba al niño en la sombra. Y, efectivamente, al poco el bebé comenzó a llorar y el águila llegó para tranquilizarlo. El padre, alarmadísimo, puso una flecha en su arco y disparó al ave que estaba posada sobre el niño, pero el águila esquivó la flecha que alcanzó al niño.
Bien, esta es la explicación del origen del asesinato. El águila era un ser bondadoso y aún así el padre quiso matarlo, por eso el águila lo maldijo:
- "Ya se acabó la bondad entre los seres humanos. Dado que mataste a tu hijo, desde hoy los hombres os mataréis los unos a los otros".
Y hasta ahora que los seres humanos, en cualquier rincón del planeta, nos matamos entre nosotros.
Un día una mujer con su bebé se fue a trabajar al campo cuando el niño comenzó a llorar. La madre para calmarlo lo amamantó; y cuando cerraba ya los ojitos de sueño, lo dejó a la sombra y se puso a cavar.
Al rato, el niño lloró otra vez pero entonces llegó un águila, que se posó sobre él y con sus alas lo calmó. Sin embargo, la madre al ver el gran pájaro pensó que iba a comerse a su bebé y fue corriendo. El águila, asustada, emprendió el vuelo; la madre se echó a su hijo a la espalda y regresó al poblado.
A la mañana siguiente, la mujer fue de nuevo a trabajar y sucedió lo mismo. Dejó a su bebé a la sombra, al rato este se puso a llorar y llegó el pájaro y lo calmó. Pero la madre estaba muy alterada, con lo que volvió a su casa y se lo contó a su marido, que se negó a creer que un águila hubiera estado sobre el pequeñín sin comérselo.
Total, que al día siguiente decidieron ir juntos al campo. El hombre, armado con su arco, se escondió entre el ramaje mientras su esposa dejaba al niño en la sombra. Y, efectivamente, al poco el bebé comenzó a llorar y el águila llegó para tranquilizarlo. El padre, alarmadísimo, puso una flecha en su arco y disparó al ave que estaba posada sobre el niño, pero el águila esquivó la flecha que alcanzó al niño.
Bien, esta es la explicación del origen del asesinato. El águila era un ser bondadoso y aún así el padre quiso matarlo, por eso el águila lo maldijo:
- "Ya se acabó la bondad entre los seres humanos. Dado que mataste a tu hijo, desde hoy los hombres os mataréis los unos a los otros".
Y hasta ahora que los seres humanos, en cualquier rincón del planeta, nos matamos entre nosotros.
