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PEDRO MARTINEZ: Los loros disfrazados...

Los loros disfrazados

En Ecuador hubo alguna vez un diluvio universal, que arrasó con todo a su paso e hizo que tanto personas como animales murieran a causa de la enorme inundación que este dejó.

Los únicos que lograron salvarse fueron dos hermanos, un niño y una niña, que decidieron ir a protegerse en una montaña muy alta.

Los niños veían como el agua se acercaba cada vez más a ellos y estaban asustados, pero lo que no sabían era que se encontraban refugiados en una montaña mágica, la cual se elevaba a medida que aumentaba el nivel del agua.

Los niños se metieron en una pequeña cueva de la montaña, pero no tenían nada que comer y sabían que si pasaban muchos días así morirían.

Por más buscaban alimento, no encontraban nada y un día cuando regresaban a la cueva pudieron divisar un festín de alimentos dentro de la misma, había carnes, frutas y maíz sobre un mantel de hojas; los hermanos no lo podían creer y comieron desesperadamente.

Día tras día al despertarse encontraban muchos alimentos en la cueva, consumidos por la curiosidad decidieron quedarse despiertos toda la noche detrás de unos matorrales, para así observar quien los llevaba.

Cuando se hizo de día pudieron observar que llegaban a la cueva cinco guacamayos disfrazados con ropa de humanos, los niños no aguantaron la risa al ver a estos curiosos animales vestidos de aquella manera, los guacamayos se sintieron bastante ofendidos y se llevaron todos los alimentos que llevaban consigo.

Los niños muy desesperados comenzaron a gritarles que volvieran para poder disculparse, estos eran animales de buen corazón así que decidieron regresar y perdonar a los niños.

Con el pasar de los días el sol fue secando el agua y los niños pudieron volver al pueblo, pero los guacamayos no querían separarse de ellos así que los acompañaron.

Cuando llegaron al pueblo algo extraordinario sucedió ¡Los guacamayos se convirtieron en personas! Y el pueblo volvió a la vida llenándose de hermosos colores.