PEDRO MARTINEZ: Himeneo, dios griego del matrimonio...

Himeneo, dios griego del matrimonio

En la mitología griega encontramos a Himeneo, el dios de las ceremonias matrimoniales. Existen varias versiones de sus orígenes, así, mientras que para unos era hijo de Dioniso y la mismísima Afrodita, sin embargo, otros muchos aseguran que este dios nació de la unión de Apolo y una musa, posiblemente Calíope.

El nombre de Himeneo ha quedado tan vinculado a las bodas desde la antigüedad, que también es un género de poesía lírica griega que se cantaba durante la procesión de la novia a la casa del novio para poder invocar al dios; y es que según la tradición, Himeneo debía acudir a todas las bodas celebradas, pues de no hacerlo, el matrimonio no llegaría a buen puerto siendo ambos infelices para toda la vida. De esta forma, era habitual que todos los invitados y los mismos novios gritaran su nombre durante la celebración. Además, también se le hacían ofrendas como vino, leche y comida.

En la mitología griega, vemos que este dios presidió muchas de las bodas de los mitos griegos. Así, fue invitado preferente en enlaces de deidades y sus descendientes.

Si bien es cierto que muchos aseguran que su origen era divino, otras versiones del mito de Himeneo lo sitúan como un joven ateniense de gran belleza pero de baja alcurnia. Al parecer, este joven se enamoró de la hija de un poderoso hombre, uno de los terratenientes más importantes de toda la ciudad. Para su desgracia, Himeneo no podía acceder a cortejarla. No obstante, esto no impedía que el joven se acercara a su amada, pues la seguía a todo lugar espiándola.

En una ocasión, se disfrazó de mujer para unirse a una procesión a la que sólo acudían mujeres, entre ellas su joven adorada. En mitad de la procesión, parte de un rito religioso en Eulesis, las jóvenes junto con Himeneo fueron capturadas por piratas.

En cautiverio, el joven comenzó a urdir un plan con todas ellas para poder escapar. Finalmente lo lograron. En ese momento, Himeneo prometió que las llevaría sanas y salvas a Atenas siempre y cuando pudiera casarse con una de ellas. Así fue como consiguió la mano de esa joven y vivió una vida feliz junto a ella, creando así una fiesta en su honor que se asoció al matrimonio.

En cuanto a la representación de este dios, solía aparecer como un joven bien parecido ataviado con una guirnalda de flores y una antorcha en la mano.