La leyenda egipcia ‘Las lágrimas de Osiris’
Cuenta una leyenda muy antigua que el primer pan fermentado fue elaborado por los egipcios. Un descubrimiento que no se hizo a base de intentos fallidos y arduos experimentos, sino… por casualidad.
Resulta que una vez, la hermosa esclava de un faraón egipcio olvidó en el exterior de la casa la masa de las tortas de cereales que más le gustaban a su señor. Al principio pensó que no ocurriría nada… “Ya iré a por ella”, pensó. ¿Cómo iba a imaginar ella que en medio de esa desértica zona fuera a llover? Pues por milagro o casualidad, resulta que ese día, llovió.
– ¡No, Osiris!- se lamentó la esclava- ¿Por qué lloras sobre la tierra ahora?
La masa de cereales se mojó, y con el agua, comenzó a hincharse.
La esclava, al ver aquello, se asustó mucho. ¿Qué podría hacer? ¿Cómo podía arreglar aquello? Desesperada, intentó cocer aquella masa hinchada.
– Tal vez con el fuego, el agua desaparezca y la masa vuelva a su estado normal- pensó la esclava.
Pero el resultado no fue ese, sino uno totalmente inesperado. Resulta que por la acción del agua, la masa se convirtió en la primera masa madre de la historia, y al cocerla después, creó el primer pan de nuestros tiempos.
El faraón, al probar aquello, descubrió fascinado un nuevo alimento. Felicitó a la esclava y agradeció a los dioses haberle regalado aquel manjar. Sobre todo pensó en Osiris y en aquellas lágrimas que, tal y como le narró la esclava, habían caído sobre la masa de cereales.
Cuenta una leyenda muy antigua que el primer pan fermentado fue elaborado por los egipcios. Un descubrimiento que no se hizo a base de intentos fallidos y arduos experimentos, sino… por casualidad.
Resulta que una vez, la hermosa esclava de un faraón egipcio olvidó en el exterior de la casa la masa de las tortas de cereales que más le gustaban a su señor. Al principio pensó que no ocurriría nada… “Ya iré a por ella”, pensó. ¿Cómo iba a imaginar ella que en medio de esa desértica zona fuera a llover? Pues por milagro o casualidad, resulta que ese día, llovió.
– ¡No, Osiris!- se lamentó la esclava- ¿Por qué lloras sobre la tierra ahora?
La masa de cereales se mojó, y con el agua, comenzó a hincharse.
La esclava, al ver aquello, se asustó mucho. ¿Qué podría hacer? ¿Cómo podía arreglar aquello? Desesperada, intentó cocer aquella masa hinchada.
– Tal vez con el fuego, el agua desaparezca y la masa vuelva a su estado normal- pensó la esclava.
Pero el resultado no fue ese, sino uno totalmente inesperado. Resulta que por la acción del agua, la masa se convirtió en la primera masa madre de la historia, y al cocerla después, creó el primer pan de nuestros tiempos.
El faraón, al probar aquello, descubrió fascinado un nuevo alimento. Felicitó a la esclava y agradeció a los dioses haberle regalado aquel manjar. Sobre todo pensó en Osiris y en aquellas lágrimas que, tal y como le narró la esclava, habían caído sobre la masa de cereales.