Ofertas de luz y gas

PEDRO MARTINEZ: Solía pensar que jamás podría pintar su vida de colores,...

Solía pensar que jamás podría pintar su vida de colores, y que el gris era el color que adornaba todo su camino, pero se equivocaba, había muchos aún por pintar. En realidad podría colorear todos y cada uno de los instantes del color que quisiera en cada momento, pero no era tan fácil ver ese color más allá de la tormenta que la quería alcanzar. Solía pensar que era fácil olvidar, pero no. Podía olvidar, pero no del todo. Quizás porque lo que sintió en ese momento se quedaba calado en su alma y en su corazón de cristal. Le decían que no se detuviera, pero ella lo hacía para tender la mano a los que luego cuando estaba en el suelo no se la tendían jamás. Aún así se sentía muy orgullosa de quién era y de su esencia, de esa que siempre mantenía en su propia libertad. Solía pensar que la gente aprendía, que sabía lo que hacía mal y cambiaba, pero no, se dio cuenta que era cuestión de aceptar o alejarse sin más.
Aunque tardaba tiempo, abría los ojos, y se daba cuenta de la verdad. Que en la vida, no todo era de color de rosa, era del color que ella quería dibujar.
Que las promesas sólo se cumplían si la otra persona hacía por hacerlas realidad. Que nadie subiría hasta la luna ni la bajaría para demostrarle cariño ni lealtad. Que las historias de amor existirían si hay esfuerzo y empeño, si se trabajaban día a día y se regaban sin parar.
Que siempre sería más fácil perdonar que olvidar y que las segundas oportunidades se podían dar, pero no eran como las primeras, ni por asomo, se debían intentar, aunque las cosas nunca volvían a ser lo mismo que un día lo fueron ya. Que por mucho que una tuviera su niña interior dentro, ya no era la niña que fue con tanta magia y singularidad. Que el tiempo había que valorarlo porque se iba y no volvería jamás, y que quien te lo dedicaba te estaba dando una cosa que no recuperaría jamás. Solía pensar que acariciaba el alma de los demás, que con su luz podía iluminar el camino de aquellos que no veían más allá de la oscuridad y que con fuerza y valentía se podía conseguir aquellos sueños en los que sólo ella creía ya.