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PEDRO MARTINEZ: El olor de las tomateras es el mismo que llevaría a...

El olor de las tomateras es el mismo que llevaría a la joven y humilde costurera conocida como Nina Ricci a buscar la impresión del olor del huerto de su abuela en la campiña italiana. Y lo logró.
En el olor (y sabor del tomate) intervienen alrededor de 400 sustancias distintas. La calidad perfumística del tomate dependerá de la variedad, de la exposición del sol y del tiempo de formación natural de sus frutos.
En líneas generales, la impronta verde y fresca típica de las tomateras se debe al cis-3-hexenol (un tipo de alcohol de aroma a verdura fresca) junto a su aldehído cis-3-hexanal (potente olor a hierba fresca recién cortada). Estos son los compuestos que Nina Ricci buscaba y que hoy en día se emplean con gran profusión a la hora de fabricar aromas con olor a té verde, mate y pasto primaveral.
Por otro lado, el matiz afrutado del tomate se debe al alcohol de isoamilo (nota de plátano y piña), al acetato de geranilo (nota de rosa verde y fresca) y la beta-ionona (nota amaderada de la violeta que recuerda a las moras).
No dejes de consumir frutas, verduras y hortalizas frescas y de huerta. Allí tienen tiempo de lograr ese perfume natural que imposiblemente se consigue bajo una cámara frigorífica donde se almacenan vegetales surgidos del estrés y la síntesis.
Los vegetales tienen vida y responden a un tiempo concreto al que el ser humano teme: la maduración natural.
El perfume de la vida.