OTRAS HISTORIAS, OTRAS LEYENDAS.
¿Conocéis la expresión "Las paredes oyen"? ¿Sabéis de donde viene?
Esta frase, que se utiliza cuando alguien prefiere no desvelar algún secreto en voz alta, nació al parecer en Francia, durante la persecución de los "hugonotes" (protestantes franceses de la Doctrina Calvinista), la que finalizó con una terrible matanza la noche de San Bartolome, el 24 de Agosto de 1572 en París, (hace ahora 448 años).
La masacre de la capital francesa duró al menos una semana, y se extendió a otras partes del reino, donde persistió hasta el otoño.
La historia cuenta que durante el siglo XVI, Catalina de Medici, (reina consorte de Francia) quien fue, una de las personas que incitó a los católicos a llevar a cabo la matanza,
"era muy desconfiada"
y para poder escuchar mejor a las personas de quien más sospechaba, ordenó colocar en las paredes de diferentes habitaciones del Palacio Real,
"conductos acústicos"
(vamos, lo que hoy serían micrófonos).
Cabe destacar, que dos personajes que ejercieron una gran influencia sobre la reina Catalina fueron los hermanos Francisco I de Lorena (Duque de Guisa) y Carlos de Lorena-Guisa, (Cardenal de Lorena).
Sin embargo, y como no podía separarse, en cuanto se descubrió la trampa entre los miembros de la corte y la servidumbre, corrio la voz de que
"las paredes tenían oídos".
Y de ese modo, con el tiempo, la expresión llegó a convertirse en proverbio, y de ahí nació lo de
"les murs ont des oreilles"
en francés, y que en español quiere decir
"las paredes oyen".
¿Conocéis la expresión "Las paredes oyen"? ¿Sabéis de donde viene?
Esta frase, que se utiliza cuando alguien prefiere no desvelar algún secreto en voz alta, nació al parecer en Francia, durante la persecución de los "hugonotes" (protestantes franceses de la Doctrina Calvinista), la que finalizó con una terrible matanza la noche de San Bartolome, el 24 de Agosto de 1572 en París, (hace ahora 448 años).
La masacre de la capital francesa duró al menos una semana, y se extendió a otras partes del reino, donde persistió hasta el otoño.
La historia cuenta que durante el siglo XVI, Catalina de Medici, (reina consorte de Francia) quien fue, una de las personas que incitó a los católicos a llevar a cabo la matanza,
"era muy desconfiada"
y para poder escuchar mejor a las personas de quien más sospechaba, ordenó colocar en las paredes de diferentes habitaciones del Palacio Real,
"conductos acústicos"
(vamos, lo que hoy serían micrófonos).
Cabe destacar, que dos personajes que ejercieron una gran influencia sobre la reina Catalina fueron los hermanos Francisco I de Lorena (Duque de Guisa) y Carlos de Lorena-Guisa, (Cardenal de Lorena).
Sin embargo, y como no podía separarse, en cuanto se descubrió la trampa entre los miembros de la corte y la servidumbre, corrio la voz de que
"las paredes tenían oídos".
Y de ese modo, con el tiempo, la expresión llegó a convertirse en proverbio, y de ahí nació lo de
"les murs ont des oreilles"
en francés, y que en español quiere decir
"las paredes oyen".
