PEDRO MARTINEZ: El conejo del parque....

El conejo del parque.

Han llegado a mis oídos a lo largo de mi vida muchos comentarios sobre la magia y los conejos, dicen que los conejos son animales mágicos, que son muy receptivos de energía, si se les llena y nutre con energía mala eso es lo que van a reflejar, pero si se llena con energía buena eso mismo darán, dicen también que las brujas los utilizaban para hacer maldades y yo no creía nada hasta que me pasó algo terrible.
Una tarde en una de mis caminatas pude ver un conejito maltratado en el parque, alguien lo había dejado allí, ya que el parque era más cemento que hierba así que no hay otra explicación, el conejito no podía caminar bien, por lo tanto yo lo agarré y lo llevé a mi hogar, allí lo cuidé, lo curé, lo alimenté hasta que se recuperó totalmente, tenía la intención de regalarlo o dárselo a los entes que cuidan los animales ya que mi casa no era la indicada para este tipo de animalitos que se dedican a correr y ser libres, pero el tiempo no me alcanzaba, lo que pude notar es que desde que llegó el conejo a la casa todo empezó a cambiar para mal, perdí el trabajo, los electrodomésticos empezaron a dañarse uno por uno, tuve una caída donde me fracturé el tobillo, empezaron dolores de cabeza, les juro que entré en una desesperación terrible, ya no sabía qué hacer con tanto mal, era como si me hubieran caído las siete plagas; recuerdo que en una de las visitas de las vecinas que llegaban a consultar mi estado de salud surgió una conversación, una me dijo que la casa se sentía un mal olor y se ofreció a limpiarlo, de allí empezamos a hablar de los males que me habían estado pasado de un tiempo atrás, ella me dijo que tal vez alguien me estaba haciendo alguna clase de rito o había caído en las manos de alguna energía mala, no obstante me recomendó que fuera a la iglesia, allí había una monja que apenas me viera iba a decirme qué era lo que me estaba pasando, desde esa conversación quedé con la intriga, así que con mis muletas llegué a la iglesia y pregunté por el nombre de monja, me hicieron sentar en unos muebles blancos que estaban en la sala cural y en unos diez minutos me hicieron pasar, allí estaba la monja, se acercó a mí y el corazón me latía muy rápido, me preguntó que si nos conocíamos de algún lado, yo le dije que no, pero ella insistió que sí, después de unos minutos dijo que si no era la persona que conocía ella, lo más seguro era que yo llevara el mismo mal de esa persona, lo podía ver en mi aura, me dijo que yo misma había llevado el mal a la casa, que lo que había llevado a la casa no era lo que yo creía, se me hizo tan raro porque nunca le comenté nada sobre nada, ella siguió hablando y se retiró a una cajita que había en la sala, sacó un frasco, me dijo que era agua bendita que me lo tomara y sacara un poco de mi boca y lo echara a la planta de mi mano, lo hice y me aseguró que el mal había desaparecido, yo me fui con un fresco en el alma para la casa y cuando llegué me llevé una sorpresa más grande, busqué y busque el conejo y no lo encontré por ningún lado, había desaparecido, allí pude creer lo que significa la maldad y la magia.