PEDRO MARTINEZ: LEYENDAS GRANAINAS....

LEYENDAS GRANAINAS.

El carretero.

"El Callejón de las Moscas"
2da parte.
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... pegó su oído a la pared, y cuál no sería su sorpresa al ver que apareció de pronto... el hocico de una gran "marrana" si, "una cerda muy grande".
Entonces Paquito, fue en busca de su gran "marro", (ese enorme martillo con el que ajustaba los aros de hierro a las ruedas de los carros) y con un par de fuertes golpes, acabó de derribar aquella pared al rededor del "gran hocico" hasta que por fin apareció.. una gran cerda de aquellas de "pata negra" y sin pensarlo dos veces, le pegó un fuerte golpe en la cabeza con el susodicho "marro" acabando con ella en el acto.
Tras el susto y la odisea sufrida con la cerda, nuestro Paquito se adentró en aquel hueco abierto en la pared, donde descubrió la entrada de un oscuro túnel.
Paquito se quedó mirando aquella boca del túnel, y con gran decisión, y resuelto a conocer el final de ésta extraña historia, se adentró en aquel negro túnel con la ayuda de un farol.
El túnel, que cada vez se estrechaba más y más, hasta el punto que Paquito tubo que hacer los últimos metros prácticamente arrastrándose.
Por fin, llegó a un sitio en que el túnel se ensanchó y pudo ponerse ya en pie, tras avanzar unos metros más, se topó de golpe con una gran tinaja, muy parecida a las antiguas tinajas de vino romanas cubierta de mojo, polvo y barro por el paso del tiempo, que nuestro protagonista, raspó con la misma palustra que había utilizado para abrirse pasó a través del túnel.
Tras limpiar la tinaja, Paquito observó que ésta tenía grabados unos extraños dibujos, que a él, le eran completamente desconocidos, pero claro, es que Paquito solo era entendido en carros y carretas.
Tras la primera observación de la tinaja y muerto de curiosidad, Paquito, le "atizo" un fuerte golpe a la misma, y de su interior brotó una avalancha de chapas o láminas de diferentes formas, redondas, cuadradas y ovaladas, aunque Paquito no era muy vivaz, pronto se dió cuenta de que aquello era un auténtico tesoro, de aquellos de los que tanto había oído hablar, los tesoros que los musulmánes escondieron tras la reconquista, tras huir de Granada.
Ahora, debía de ocultar aquel tesoro y hacer desaparecer a la dichosa "marrana", que aunque a simple vista, no parecía muy complicado, si qué lo era, porque aquella marrana debía de pesar más de una tonelada, por lo que decidió "descuartizarla", ya que no podía arriesgarse a pedir ayuda a nadie, tendría que dar muchas explicaciones.
Así que, la fue troceado, y subiendo los trozos a la pequeña torre que tenía en su casa.
A los pocos días, el callejón, estaba inundado de moscas, "todas las moscas del mundo" se habían venido a vivir allí para "devorar a la cerda" de ahí que desde entonces a aquel callejón, se le llamó el Callejón de las Moscas"

Fin de la 2da. Parte, mañana la 3ra. y última parte, titulado:
"la casa del miedo"