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PEDRO MARTINEZ: Leyendas e Historias de mi Albaicin...

Leyendas e Historias de mi Albaicin

Juan Ciudad era un joven proveniente de familia humilde que ejerció como soldado y labrador, cuando llegó a Granada se instaló en uno de los huecos de la muralla zirí y allí acondicionó una tiendecita donde vendía libros, rosarios y otros enseres religiosos.

Un día asistió a un sermón predicado por San Juan de Ávila, tanto le conmocionó ese sermón que le llevó a quemar gran parte de los libros de su librería, vagaba semidesnudo por las calles de Granada lanzando alaridos y espabientos. Tal fue así que lo trataron de loco y en el Hospital real lo internaron, allí fue donde tuvo su primer contacto con enfermos y mendigos.
San Juan de Ávila, enterado de la noticia del efecto de sus palabras en aquel joven, fue a visitarlo, trás una larga conversación pudo, no sólo apaciguar a aquel "demente" si no también encauzarlo y hacerle descubrir su vocación, ayudar a los enfermos desfavorecidos de la ciudad. Desde entonces Juan Ciudad pasó a ser conocido como San Juan de Dios.

Hoy en día aún queda parte de la impronta de esa pequeña tienda de libros que Juan Ciudad regentaba cerca del Arco de Elvira. Al principio de calle Elvira a mano izquierda hay una pequeña capilla, que suele pasar desapercibida para los viandantes, esta se construyó sobre la antigua librería en recuerdo de San Juan de Dios.