Cuando era niña, el calendario era algo totalmente superfluo, poco importaba que día era, vivía cada jornada intensamente, sumergida en mi mundo. Ya se encargaban los mayores que si era hora de comer, de dormir o de ir al colegio... que si invierno.... que si verano... lo mismo daba...
A mis "edades" solo les importaba.... vivir!
Y cada día, era una experiencia maravillosa, interminable, libre...
Que yo sepa, ¡tenía 24 horas, al igual que hoy!
¿Será que he permitido que algunos días se acortaran?
Apurando al tiempo, pretendiendo adueñarme de el, me convertí en su esclava...
Pero ya basta! me he propuesto que mis días vuelvan a tener 24 horas, ¡ni un segundo menos!
Nada de apurar al reloj, después de todo ya sabemos que las cosas llegan... cuando tienen que llegar
A mis "edades" solo les importaba.... vivir!
Y cada día, era una experiencia maravillosa, interminable, libre...
Que yo sepa, ¡tenía 24 horas, al igual que hoy!
¿Será que he permitido que algunos días se acortaran?
Apurando al tiempo, pretendiendo adueñarme de el, me convertí en su esclava...
Pero ya basta! me he propuesto que mis días vuelvan a tener 24 horas, ¡ni un segundo menos!
Nada de apurar al reloj, después de todo ya sabemos que las cosas llegan... cuando tienen que llegar
