Cuenta la leyenda que cada 2 enero de cada año terminado en 92 un grupo de 7 duendes o espíritus pertenecientes a los Abencerrajes, familia cuya misión consistía en la defensa de la fortaleza de la Alhambra durante el periodo de máximo esplendor nazarí, llegan a la ciudad una vez cada 100 años concretamente la noche del 2 enero de cada "año 92" por ser ese el día en que Granada pasó a ser cristiana.
Dichos personajes se reúnen frente a la puerta de la justicia quedando allí toda la noche en actitud de vigilia para comprobar si a la mañana siguiente se cumple la profecía aquella que dice que si la mano de un arco alcanza la llave del otro arco la dinastía nazarí volverá a habitar en el mismo lugar donde vivieron casi 6 siglos. Pero al amanecer descubren que la situación no ha cambiado por lo que, envueltos en la mayor de sus tristezas marcharán cada uno a su lugar de origen, prometiendo volver pasado un siglo para probar suerte de nuevo.
Han llegado hasta nosotros crónicas del 2 enero de 1792 en la que diversos vecinos de barrios cercanos a la Alhambra vieron 7 entes rodeados de una luz blanca brillante y otros aseguran haber oído en las inmediaciones del bosque el llanto apagado de los duendes.
Situaciones parecidas se vivieron el 2 enero de 1892 y 1992.
Su próxima visita será en el año 2092, cuando regresarán con la esperanza de poder volver a su fortaleza querida.
Dichos personajes se reúnen frente a la puerta de la justicia quedando allí toda la noche en actitud de vigilia para comprobar si a la mañana siguiente se cumple la profecía aquella que dice que si la mano de un arco alcanza la llave del otro arco la dinastía nazarí volverá a habitar en el mismo lugar donde vivieron casi 6 siglos. Pero al amanecer descubren que la situación no ha cambiado por lo que, envueltos en la mayor de sus tristezas marcharán cada uno a su lugar de origen, prometiendo volver pasado un siglo para probar suerte de nuevo.
Han llegado hasta nosotros crónicas del 2 enero de 1792 en la que diversos vecinos de barrios cercanos a la Alhambra vieron 7 entes rodeados de una luz blanca brillante y otros aseguran haber oído en las inmediaciones del bosque el llanto apagado de los duendes.
Situaciones parecidas se vivieron el 2 enero de 1892 y 1992.
Su próxima visita será en el año 2092, cuando regresarán con la esperanza de poder volver a su fortaleza querida.