Paseos y Jardines del Genil... Paseo del Salón Granada
Al final de la Carrera de hallan los paseos del Salón y de la Bomba que, hasta el siglo XIX, formaron uno solo, adornado con seis fuentes. En 1612 se plantaron en ellos filas de álamos, modificándose su disposición en 1715 y, nuevamente, durante la dominación francesa, que convirtió las laderas del río en alamedas, transformadas después 1823 a 1830 en jardines, modificados a fines del pasado siglo, según proyecto del caballero veinticuatro D. José Marín y entonces se talaron los álamos y se colocaron dos fuentes a ambos extremos de el del Salón: una, la que, desde 1940, se encuentra en la plaza Bib-rrambla procedente del Convento de San Agustín y que se trasladó al paseo de la Bomba en 1892 para instalar en su lugar el monumento a Isabel la Católica, que posteriormente, en el año 1962 fue instalado en la plaza de Isabel la Católica, y la otra fuente, la situada hoy al final del paseo, procedente del Convento de Santa Cruz la Real, obra del siglo XVII, de piedra de Elvira, con dos tazas, sostenida la primera por leones y la otra rematada por una figura de mármol. El paseo ha sido, en 1981 y 1986, arreglado, potenciándolo como tal paseo, configurando unos jardincillos laterales, dotándolo de fuentes, farolas, bancos y restaurando el quiosco de música, con lo que se ha recuperado una bella perspectiva urbana de la ciudad.
Al final de la Carrera de hallan los paseos del Salón y de la Bomba que, hasta el siglo XIX, formaron uno solo, adornado con seis fuentes. En 1612 se plantaron en ellos filas de álamos, modificándose su disposición en 1715 y, nuevamente, durante la dominación francesa, que convirtió las laderas del río en alamedas, transformadas después 1823 a 1830 en jardines, modificados a fines del pasado siglo, según proyecto del caballero veinticuatro D. José Marín y entonces se talaron los álamos y se colocaron dos fuentes a ambos extremos de el del Salón: una, la que, desde 1940, se encuentra en la plaza Bib-rrambla procedente del Convento de San Agustín y que se trasladó al paseo de la Bomba en 1892 para instalar en su lugar el monumento a Isabel la Católica, que posteriormente, en el año 1962 fue instalado en la plaza de Isabel la Católica, y la otra fuente, la situada hoy al final del paseo, procedente del Convento de Santa Cruz la Real, obra del siglo XVII, de piedra de Elvira, con dos tazas, sostenida la primera por leones y la otra rematada por una figura de mármol. El paseo ha sido, en 1981 y 1986, arreglado, potenciándolo como tal paseo, configurando unos jardincillos laterales, dotándolo de fuentes, farolas, bancos y restaurando el quiosco de música, con lo que se ha recuperado una bella perspectiva urbana de la ciudad.