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PEDRO MARTINEZ: Hubo en Granada un pozo llamado Airón. Fue cegado definitivamente...

Hubo en Granada un pozo llamado Airón. Fue cegado definitivamente con la construcción de la Gran Vía. Su origen se perdía en la noche de los tiempos, quizá abierto por los iberos de Iliberri o por los primeros musulmanes; allí moraría el dios/demonio prerromano Airón, guardián de las aguas, ríos y simas. Pero también exigía su parte en forma de sacrificios animales y humanos. En la etapa musulmana se cuidaron de mantenerlo abierto para que por él eructase la tierra, expulsara sus gases, y minimizar los terremotos. Hasta que los cristianos de principios del XVII comenzaron a cegarlo y se dispararon los temblores. Los terribles terremotos de 1778 abrieron un debate entre la sociedad granadina que, en su mayoría, se pronunciaba por abrirlo de nuevo e incluso horadar algunos más en la zona para calmar las fuerzas del inframundo