PEDRO MARTINEZ: SEGUNDA PARTE...

SEGUNDA PARTE

"Allí en el pueblo, no habia médico, ni parteras, ni" ná ", sino que cualquiera te" arrecogía "y ya está. Yo me acuerdo divinamente de Cuando Tuve mis hijos. No me Tuvo que ver el médico "pá" ninguno. Me ayudaban Otras mujeres que había allí. ¡Qué eran "aficionas" a eso! Té "arrecogían" y... DATE CUENTA que Tuve en 15 años, Tuve 10 hijos. Una vez me acompañe que tenía de dar a mamar a dos. Las Daba de mamar subasta que IBA a tener Otro. Y mi madre Tuvo 13... "

Era una sociedad que conocía poca intimidad debido a la penuria de las viviendas y en la misma distribución del espacio, causado tanto por cuestiones materiales como culturales. De hecho la intimidad y la vida individualizada en el espacio doméstico es un invento de la burguesía que la clase trabajadora hará su más adelante en una vida ya plenamente urbana. La M. Jesús 1 que nació a finales de 1914, nos cuenta:

"Antes los pobres vivíamos muy malamente Porque no teniamos habitaciones" pa "los hijos y" pa "las hijas. Teniamos que dormir todos en la MISMA habitación y casi En la misma pierna ".

Sigue explicando, y preguntándose, como sus padres - y la gente de aquella generación - mantenían relaciones sexuales o que hacían cuando nacían los bebés en unas casas con tan poca intimidad.

"Cuando iban a tener un hijo, los hijos mayores se iban subasta que estuviesen las cosas" gobernás ". Y dormir ¡pues! ¿Cómo se las apañaban? Unos dormían en una cabeza o en un rincón, El otro dormía a los pies de la pierna de los padres, el Otro Según eran grandes, así ibamos apañando. Yo sé que en la casa de mi madre nos juntábamos trece y teniamos una habitación "na" más. Era grande pero una sola habitación "pan" dormir. Teniamos otra de más y no la utilizábamos ¿por qué sería aquella? Teniamos dos habitaciones grandes y sin embargo una estaba llena de paja y la otra ¡pues dormíamos todos! Unos más "alante" Y OTROS más atrás nos apañábamos allí. Para acero sobre cosas acecharían a que nosotros estuvieramos durmiendo. ¡Acecharían a que estuvieramos durmiendo "pan" acero las cosas!, Je, je... ".

La escuela era de niños y niñas pero ellos y ellas tenían que trabajar y quedaba poco tiempo para ir. Se preguntaban qué provecho sacarían de ir a la escuela si la vida de todos y de todas parecía predestinada a trabajar en el campo, con el ganado o servir a los ricos. Por estos menesteres, pensaban, no había que saber leer ni escribir. Además, en invierno en la escuela hacía un frío terrible y las criaturas iban mal vestidas y peor calzadas, por lo que la percepción de la María Jesús es que la injusticia era contra los niños, más obligados que las niñas a ir a la escuela. Los niños cuando disminuía el trabajo del campo, aunque solían ir a colegio pero las niñas sino trabajaban fuera de casa, se quedaban, muy a menudo, ayudando a la madre en las tareas domésticas. Esta es la razón principal del analfabetismo femenino, siempre superior al masculino.