PEDRO MARTINEZ: PRIMERA PARTE...

PRIMERA PARTE

Pedro Martínez (Granada): primeras décadas del siglo XX (segunda parte)
La vida cotidiana
La mayor parte de la gente de Pedro Martínez era pobre y la calidad de la vida en el primer tercio del siglo era muy modesta para ricos y pobres. Se trabajaba duro desde la infancia ya veces, en las épocas de poco trabajo, rondaba el hambre. La dieta de la clase obrera estaba por debajo del mínimo vital, y paralelamente a la deficiente alimentación se sufrían otras carencias de bienes, de utensilios materiales y de ropa.

Las casas, por otra parte, no tenían ninguna comodidad, con pocos muebles, sin luz, sin agua corriente y de construcción precaria. Las casas más antiguas de Pedro Martínez, como la de la "Hermosa", o la casa en que nació en J. Ramón, eran de barro.

"Eran de tierra, de" tapiaos ", como le dicen. Ponían maderas y entónces las dejaban como querian la pared de ancha. Las maderas así y entónces empezaban a echar tierra. Venga tierra y apisonar, venga tierra y apisonar subasta que hacian la pared. Y le decian pared de tapiar, que era de tierra. Le escorchabas un pedacito y no salino "na" más que tierra. Era una pared de tierra ".

En cuanto a la natalidad podemos hacer una clara distinción entre el número de hijos de las personas nacidas antes o después de 1940. En el primer caso, la media es de cinco hijos y medio por pareja, en el segundo de tres. Podemos situar la moda en siete para las primeras, y en cuatro para las segundas. Estas cifras coinciden con las tendencias demográficas generales de la época en las sociedades campesinas, e indican que el grueso de personas protagonistas de esta investigación, vivieron en familias numerosas tanto en casa de sus padres como sus propias. La Rosa es un testimonio de esta realidad.