Iznalloz es núcleo de los Montes orientales llamado 'Acatucci' en época romana, de donde procede el gentilicio, acatucitanos. El nombre de la población, sin embargo, procede de época andalusí, Castillo de los Almendros, "Hisn al-Lawza", que dió lugar a la actual denominación de Iznalloz.
La presencia humana en esta zona es muy remota. Los elementos más importantes son romanos, andalusíes, y cristianos. De época romana en la zona se conserva el puente construido sobre el Río Cubillas, que data del siglo I antes de Cristo. En el Cortijo de Periate, a unos 3 km de Iznalloz, de forma casual se encontró una escultura de broce de 1,60 m de altura y 150 kilos de peso, conocido como Togado de Periate por el lugar en que se encontró. Data del siglo III dC.
Aunque hay constancia de los primeros asentamientos humanos durante la Prehistoria, tal y como muestra el hallazgo de pinturas rupestres y vestigios de varias etapas, los orígenes de Iznalloz como población son claramente romano. Precisamente de su origen romano (Acatucci) le viene el gentilicio a sus habitantes, y de su posterior ocupación árabe, (Hisn allauz), que viene a significar' castillo de los almendros' pues fueron los árabes, quienes construyeron el castillo que preside su colina, aunque solo se conservan algunas ruinas. Conoció entonces momentos de esplendor gracias a su agricultura. Conquistada por los Reyes Católicos en 1486, sus vecinos ayudaron de forma destacada en el cerco de Granada y consiguieron como agradecimiento exenciones en diversos impuestos. Iznalloz se convierte entonces en un importante centro comercial, agrícola y ganadero siendo una de las siete villas obligadas al sustento de Granada. En la Guerra de la INDEPENDENCIA sufrió grandes destrozos pues fue arrollada por los franceses en su camino a Granada.
También en la Guerra Civil bombardeos gravísimos y después la represión, pues Iznalloz quedó del lado republicano, teniendo el Frente cercano en el Peñón de la Mata. Se trata de un eminentemente agricola, sector del olivar en el que ha experimentado un importante desarrollo con incremento de población y crecimiento de los servicios.</small> Es de destacar la iglesia parroquial, construida por indicación de Felipe III, siguiendo la tradición estilística de Siloé. Quedó abierta al curto, aún sin terminar, en 1616. Felipe IV continúa la obras, pero no llegan a concluirse. Esta iglesia está dedicada a la patrona de la localidad Nuestra Señora de los Remedios. En las inmediaciones de la población y junto a la sierra se ubica un paraje de singular belleza conocido como El Sotillo, en él se ubican un museo de setas y diversas áreas recreativas con zonas de acampada y restauración. Iznalloz (Hins Allauz, el castillo de los almendros) tiene un marcado de origen militar; ya en época romana este enclave era una posición estratégica, para defender la via que unía Tarraco con las costas andaluzas orientales. Sobre la colina de este pueblo se levantó la fortaleza de Acatucci, y sobre el rio tendieron el puente el cual se mantiene en perfecto estado de conservación. Otra herencia de esta cultura es su gentilicio, derivado del nombre dado a la fortificación del lugar: Acatuccitano.
Situado en la falda de sierra Arana, l Edad de piedra, bronce, y Hierro dejan huella en la misma, y posteriormente la cultura íbera, romana y nazarí. En los primeros siglos de la dominación musulmana se levantaron en la zona algunos castillos defensivos, uno de ellos el de Iznalloz. Beréberes y almohades habitaron sus fértiles cultivos y sus ricos pastos de caza y de ganado. Los musulmanes abandonaron las fortificaciones de iznalloz, en el trascurso de la operación desarrollada por los cristianos en septiembre de 1.485.
Tras la conquista de los Reyes Católicos, Iznalloz se convierte en un importante centro comercial, agrícola y ganadero, siendo una de las siete villas obligadas al sustento de Granada. Fue de tal importancia la cantidad de trabajadores que sobre todo en la época de recolección acudían al lugar, que para paliar los efectos de las enfermedades, Los Reyes Católicos mandaron fundar un hospital, obra inacabada y que con el paso del tiempo termina siendo el posito que la Iglesia utiliza como almacén para los diezmos que recoge.
En 1895, con la construcción del ferrocarril Granada – Murcia, hubo que horadar la montaña sobre la que se encuentra el municipio, con lo que Iznalloz se convirtíó en el “primer pueblo español con metro”.
La presencia humana en esta zona es muy remota. Los elementos más importantes son romanos, andalusíes, y cristianos. De época romana en la zona se conserva el puente construido sobre el Río Cubillas, que data del siglo I antes de Cristo. En el Cortijo de Periate, a unos 3 km de Iznalloz, de forma casual se encontró una escultura de broce de 1,60 m de altura y 150 kilos de peso, conocido como Togado de Periate por el lugar en que se encontró. Data del siglo III dC.
Aunque hay constancia de los primeros asentamientos humanos durante la Prehistoria, tal y como muestra el hallazgo de pinturas rupestres y vestigios de varias etapas, los orígenes de Iznalloz como población son claramente romano. Precisamente de su origen romano (Acatucci) le viene el gentilicio a sus habitantes, y de su posterior ocupación árabe, (Hisn allauz), que viene a significar' castillo de los almendros' pues fueron los árabes, quienes construyeron el castillo que preside su colina, aunque solo se conservan algunas ruinas. Conoció entonces momentos de esplendor gracias a su agricultura. Conquistada por los Reyes Católicos en 1486, sus vecinos ayudaron de forma destacada en el cerco de Granada y consiguieron como agradecimiento exenciones en diversos impuestos. Iznalloz se convierte entonces en un importante centro comercial, agrícola y ganadero siendo una de las siete villas obligadas al sustento de Granada. En la Guerra de la INDEPENDENCIA sufrió grandes destrozos pues fue arrollada por los franceses en su camino a Granada.
También en la Guerra Civil bombardeos gravísimos y después la represión, pues Iznalloz quedó del lado republicano, teniendo el Frente cercano en el Peñón de la Mata. Se trata de un eminentemente agricola, sector del olivar en el que ha experimentado un importante desarrollo con incremento de población y crecimiento de los servicios.</small> Es de destacar la iglesia parroquial, construida por indicación de Felipe III, siguiendo la tradición estilística de Siloé. Quedó abierta al curto, aún sin terminar, en 1616. Felipe IV continúa la obras, pero no llegan a concluirse. Esta iglesia está dedicada a la patrona de la localidad Nuestra Señora de los Remedios. En las inmediaciones de la población y junto a la sierra se ubica un paraje de singular belleza conocido como El Sotillo, en él se ubican un museo de setas y diversas áreas recreativas con zonas de acampada y restauración. Iznalloz (Hins Allauz, el castillo de los almendros) tiene un marcado de origen militar; ya en época romana este enclave era una posición estratégica, para defender la via que unía Tarraco con las costas andaluzas orientales. Sobre la colina de este pueblo se levantó la fortaleza de Acatucci, y sobre el rio tendieron el puente el cual se mantiene en perfecto estado de conservación. Otra herencia de esta cultura es su gentilicio, derivado del nombre dado a la fortificación del lugar: Acatuccitano.
Situado en la falda de sierra Arana, l Edad de piedra, bronce, y Hierro dejan huella en la misma, y posteriormente la cultura íbera, romana y nazarí. En los primeros siglos de la dominación musulmana se levantaron en la zona algunos castillos defensivos, uno de ellos el de Iznalloz. Beréberes y almohades habitaron sus fértiles cultivos y sus ricos pastos de caza y de ganado. Los musulmanes abandonaron las fortificaciones de iznalloz, en el trascurso de la operación desarrollada por los cristianos en septiembre de 1.485.
Tras la conquista de los Reyes Católicos, Iznalloz se convierte en un importante centro comercial, agrícola y ganadero, siendo una de las siete villas obligadas al sustento de Granada. Fue de tal importancia la cantidad de trabajadores que sobre todo en la época de recolección acudían al lugar, que para paliar los efectos de las enfermedades, Los Reyes Católicos mandaron fundar un hospital, obra inacabada y que con el paso del tiempo termina siendo el posito que la Iglesia utiliza como almacén para los diezmos que recoge.
En 1895, con la construcción del ferrocarril Granada – Murcia, hubo que horadar la montaña sobre la que se encuentra el municipio, con lo que Iznalloz se convirtíó en el “primer pueblo español con metro”.