Hola Antonia, tambien me acuerdo de los chichangueros, cuando iban a llevar el
puchero a los segaores, una olla grande de porcelana y le ponian alrededor de la tapadera masa para que no se saliera el caldo... tambien de las tormentas cuando
empezaban a segar y barcinar se liaban las nubes... y de las moras tan ricas que
habia en la cuesta de las Erillas, no se si aún quedan algunas... besillos..
puchero a los segaores, una olla grande de porcelana y le ponian alrededor de la tapadera masa para que no se saliera el caldo... tambien de las tormentas cuando
empezaban a segar y barcinar se liaban las nubes... y de las moras tan ricas que
habia en la cuesta de las Erillas, no se si aún quedan algunas... besillos..
Buenas dias, Sensi. ¿te acuerdas este verano del día que fui yo a las Erillas y pasé a saludarte? Pues esa tarde me detuve a comer moras. Había pocas, pero había. Eran menudas, negritas, muy dulces. No quise abusar por si me caían mal. ¡Qué cantidad de años sin probarlas! Cuando íbamos por agua solíamos ponerlas dentro de los cántaros para quese resfrescaran. Besillos.
Buenos dias Pepemg, yo hace tiempo que no paso por las Erillas, pero como cada dia se va perdiendo mas la naturaleza, crei que ya no habia zarzas, deberian de tener cuidado y procurar que no se perdieran, están muy buenas... besillos.