Buenos días amigas/amigos foreros.
La animación del Foro depende de cada uno de nosotros. El saludo diario entre nosotros es algo gratificante, pero con sólo la rutina del saludo no es suficiente para mantenerlo al rojo vivo. Hay que hablar de otras cosas... Por ejemplo de los años del miedo, posguerra, de los retortijones del hambre en esta época, del estraperlo, de los pobres de solemnidad, no sé. de los rosquillos de San Blas si os parece. Si en los más de quinientos años de historia pedromartinera habrá anécdotas, quisicosillas, que contar... Os narro algo: Allá por la época de los cuarenta del siglo pasado, años de las hambres, vino en visita pastoral al pueblo el Obispo de Guadix. Hizo noche en Pedro Martínez, se quedó a dormir en casa de una de las familias mejor acomodadas. Aquella noche el Obispo se dio un buen atracón de ricos manjares. Como consecuencia se le desató la tripa y, no pudiendo sujetar lo que ya estaba casi a final de camino, corrió como una exhalación escalera abajo en busca del W. C. Tropezó con su propia sombra, se armó alboroto. Al ruido despertó la señora de la casa. -Señor obispo ¿Le pasa algo?, preguntó. -Nada, la comida me ha sentado mal y... ¡los lavabos, por favor? -No tenemos... Baje y haga sus necesidades en el corral. En este momento cantaban los gallos. -Señor Obispo, mis gallinas ponen los huevos coloraos. - ¡Oh, inaudito, increíble! Lleve los huevos a una exposición, seguro que gana un premio. -No, Señor Obispo, mis gallinas ponen los huevos coloraos... pero es a picotazos, cuidadito con ellas. Venga. ánimo y a explicar cosas. Un abrazo.
La animación del Foro depende de cada uno de nosotros. El saludo diario entre nosotros es algo gratificante, pero con sólo la rutina del saludo no es suficiente para mantenerlo al rojo vivo. Hay que hablar de otras cosas... Por ejemplo de los años del miedo, posguerra, de los retortijones del hambre en esta época, del estraperlo, de los pobres de solemnidad, no sé. de los rosquillos de San Blas si os parece. Si en los más de quinientos años de historia pedromartinera habrá anécdotas, quisicosillas, que contar... Os narro algo: Allá por la época de los cuarenta del siglo pasado, años de las hambres, vino en visita pastoral al pueblo el Obispo de Guadix. Hizo noche en Pedro Martínez, se quedó a dormir en casa de una de las familias mejor acomodadas. Aquella noche el Obispo se dio un buen atracón de ricos manjares. Como consecuencia se le desató la tripa y, no pudiendo sujetar lo que ya estaba casi a final de camino, corrió como una exhalación escalera abajo en busca del W. C. Tropezó con su propia sombra, se armó alboroto. Al ruido despertó la señora de la casa. -Señor obispo ¿Le pasa algo?, preguntó. -Nada, la comida me ha sentado mal y... ¡los lavabos, por favor? -No tenemos... Baje y haga sus necesidades en el corral. En este momento cantaban los gallos. -Señor Obispo, mis gallinas ponen los huevos coloraos. - ¡Oh, inaudito, increíble! Lleve los huevos a una exposición, seguro que gana un premio. -No, Señor Obispo, mis gallinas ponen los huevos coloraos... pero es a picotazos, cuidadito con ellas. Venga. ánimo y a explicar cosas. Un abrazo.
