Hola Campanaria, aqui han celebrado hoy los carnavales los chicos del cole,
iban por las calles cantando... que tengas un buen fin de semana... besillos..
iban por las calles cantando... que tengas un buen fin de semana... besillos..
Buenos días Sensi. Ayer había gran jolgorio por las calles de Ripollet y baile de disfraces en el Pabellón Municipal de Ripollet con los niños. Hoy, esta tarde, tiene lugar la Rúa. Hay muchas comparsas con su jurado y todo para premiar a la mejor. Se hace un pasacalles de punta a punta del pueblo amenizado con bandas de música. Este año me pierdo el festival, pues estaremos en el teatro. Claro, no se puede estar en misa y repicando.
Venga, te deseo un feliz fin de semana.
Besillos.
Venga, te deseo un feliz fin de semana.
Besillos.
Pepemg, por ahí teneis buenas fiestas, hay gente, pero aqui no se ve un alma
por las calles, a estas horas estareis de teatro... besillos...
por las calles, a estas horas estareis de teatro... besillos...
Hola Sensi. Lo prometido es deuda. Te explico y con ello a todos los que se han interesado por nuestra asistencia a la obra de teatro "El Mercader de Venecia". Como narra María Ángeles, hemos asistido Manuel y Fina, María Ángeles y yo. Los autobuses de Sabadell y de Ripollet tienen la parada en la misma estación de Fabra y Puig. Por tanto, María Ángeles y yo quedamos en vernos aquí. Metro hasta Glorias y enseguida, delante mismo de la salida del metro, el Teatro Nacional de Catalunya. Subida de unas escalinatas y enfrente una serie de columnas muy robustas adornando la fachada del teatro. Ascensor dos plantas arriba para salir a la antesala del teatro, una sala amplísima, acristalada, de gran altura. En ella el servicio de Restaurante. Nosotros, María Ángeles y yo, ocupamos una de las mesas en espera de Manuel y Fina. Llegaron ellos. Había tiempo suficiente hasta las cinco que comenzaría el acto. Pedimos unos cafelillos, que acompañamos con una cajita de bombones, generosidad de María Ángeles, detallista como ella sola, un encanto de mujer. Compartimos los cuatro juntos un ratito de charla y diez minutillos antes del comienzo nos dirigimos a la sala de Teatro. Ocupamos nuestros asientos, reservados con bastantes días de antelación. Fila 4, prácticamente tocando el escenario.
Los actores y actrices eran 20, incluído el Director: Rafel Durán, Ramón Madaula, Álex Casanovas, Roger Coma, Anna Ycobalzeta, Marta Domingo, Margalida Grimalt-Reynés, Albert Ausellé Joan Valentí, Pere Eugeni Font, Álvar Triay, Santi Pons, Marta Betriu, Pep Sais, Pep Ambrós, Joan Díez, Jordi Llovet, David Ortega, Oriol Ruiz y Josep Sobrevals.
El Mercader de Venecia es una de las comedias más conocidas de Shaakespeare. La obra -quienes la hayan leído lo saben- transcurre en Venecia, la ciudad de las finanzas y en Belmont, un lugar de tierra adentro que sirve de reposo a la sociedad bienestante. William Shakespeare, en su obra, fusiona dos cuentos ya conocidos en su época: el cuento de la heredera rica, que sólo puede ser ganada por la elección de uno de los tres cofres, y el cuento del usurero que quiere matar a su deudor cortándole una libra de la propia carne.
El móvil de casi todos los personajes principales de la obra es el económico. Bassanio pide dinero a Shylock poniendo a Antonio como avalador, para poder ir a Belmont a realizar la prueba de los cofres. Bassanio es como Lorenzo, un cazafortunas a la búsqueda de herederas ricas. Porcia es inmensamente rica. Jessica, cuando escapa de la casa paterna, toma un cofre de dineros y joyas. Y en medio de esta escala de jerárquica de valores surge la gran historia de amor de Antonio, dispuesto a morir por Bassanio e hipotecar una libra de su carne porque su amigo pueda ir a probar suerte a Belmont y casarse con Porcia.
Humor, diversión, transvestismo (típico shakespeariano) el Mercader de Venecia
es una comedia dramática. El odio terrible y perverso entre Antonio y Shilock es uno de los elementos que configuran la parte más amarga del argumento. Pero todo junto, es como una historia de nuestros días. El mundo se mueve en torno al dinero, con la sospechosa legalidad de algunas acciones humanas, la ventaja, el perdón, la intolerancia religiosa, el odio, las calumnias, los engaños, las diferencias de clase, y si todo ello es poco, la demostración de cómo las personas pueden modificar las leyes según sus intereses y de cómo las leyes pueden ser interpretadas de manera diferente según la astucia de los abogados.
La obra de teatro que vimos ayer, traspasa la historia de "El Mercader de Venecia" a nuestros días, justo cuando padecemos una fuerte crisis mundial y nuestra sensibilidad se vuelca hacia los temas económicos. Shyloc, con el reclamo de sus intereses, la famosa libra de carne de Antonio, es el perfecto reflejo de los banqueros actuales que no perdonan el pago de las hipotecas. Antonio es el rico empresario intolerante que escupe y menosprecia a quienes cree que son inferiores. Los dos forman parte del grupo que dirigen nuestro mundo, el de los ricos, de los poderosos, de los que con sus argucias provocan una crisis como la actual. Es la cara de la hipocresía, de la manipulación por
interés de un sistema que algunos tildan de caduco y de muy incómodo.
En fin este es el argumento de la representación que ayer vimos por espacio de dos horas, con su característico intermedio.
Al final del acto, Manolo y Fina, tuvieron la gentileza de invitarnos a su casa, donde disfrutamos de una chocolatada y un rico bizcocho elaborado por él mientras charlábamos amigablemente. Después quisieron acompañarnos de vuelta a casa. Primero dejamos a María Ángeles en la suya y luego, de regreso de Sabadell, pasamos por Ripollet para dejarme a mó. Muy amables Manolo y Fina, muy atentos, personas excelentes.
Venga, Sensi, esto fue todo.
Besillos.
Los actores y actrices eran 20, incluído el Director: Rafel Durán, Ramón Madaula, Álex Casanovas, Roger Coma, Anna Ycobalzeta, Marta Domingo, Margalida Grimalt-Reynés, Albert Ausellé Joan Valentí, Pere Eugeni Font, Álvar Triay, Santi Pons, Marta Betriu, Pep Sais, Pep Ambrós, Joan Díez, Jordi Llovet, David Ortega, Oriol Ruiz y Josep Sobrevals.
El Mercader de Venecia es una de las comedias más conocidas de Shaakespeare. La obra -quienes la hayan leído lo saben- transcurre en Venecia, la ciudad de las finanzas y en Belmont, un lugar de tierra adentro que sirve de reposo a la sociedad bienestante. William Shakespeare, en su obra, fusiona dos cuentos ya conocidos en su época: el cuento de la heredera rica, que sólo puede ser ganada por la elección de uno de los tres cofres, y el cuento del usurero que quiere matar a su deudor cortándole una libra de la propia carne.
El móvil de casi todos los personajes principales de la obra es el económico. Bassanio pide dinero a Shylock poniendo a Antonio como avalador, para poder ir a Belmont a realizar la prueba de los cofres. Bassanio es como Lorenzo, un cazafortunas a la búsqueda de herederas ricas. Porcia es inmensamente rica. Jessica, cuando escapa de la casa paterna, toma un cofre de dineros y joyas. Y en medio de esta escala de jerárquica de valores surge la gran historia de amor de Antonio, dispuesto a morir por Bassanio e hipotecar una libra de su carne porque su amigo pueda ir a probar suerte a Belmont y casarse con Porcia.
Humor, diversión, transvestismo (típico shakespeariano) el Mercader de Venecia
es una comedia dramática. El odio terrible y perverso entre Antonio y Shilock es uno de los elementos que configuran la parte más amarga del argumento. Pero todo junto, es como una historia de nuestros días. El mundo se mueve en torno al dinero, con la sospechosa legalidad de algunas acciones humanas, la ventaja, el perdón, la intolerancia religiosa, el odio, las calumnias, los engaños, las diferencias de clase, y si todo ello es poco, la demostración de cómo las personas pueden modificar las leyes según sus intereses y de cómo las leyes pueden ser interpretadas de manera diferente según la astucia de los abogados.
La obra de teatro que vimos ayer, traspasa la historia de "El Mercader de Venecia" a nuestros días, justo cuando padecemos una fuerte crisis mundial y nuestra sensibilidad se vuelca hacia los temas económicos. Shyloc, con el reclamo de sus intereses, la famosa libra de carne de Antonio, es el perfecto reflejo de los banqueros actuales que no perdonan el pago de las hipotecas. Antonio es el rico empresario intolerante que escupe y menosprecia a quienes cree que son inferiores. Los dos forman parte del grupo que dirigen nuestro mundo, el de los ricos, de los poderosos, de los que con sus argucias provocan una crisis como la actual. Es la cara de la hipocresía, de la manipulación por
interés de un sistema que algunos tildan de caduco y de muy incómodo.
En fin este es el argumento de la representación que ayer vimos por espacio de dos horas, con su característico intermedio.
Al final del acto, Manolo y Fina, tuvieron la gentileza de invitarnos a su casa, donde disfrutamos de una chocolatada y un rico bizcocho elaborado por él mientras charlábamos amigablemente. Después quisieron acompañarnos de vuelta a casa. Primero dejamos a María Ángeles en la suya y luego, de regreso de Sabadell, pasamos por Ripollet para dejarme a mó. Muy amables Manolo y Fina, muy atentos, personas excelentes.
Venga, Sensi, esto fue todo.
Besillos.
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