LA VIDA PUTA DE LUCY
Casi tan cruda como la noticia de su muerte resultó ser su vida, pero eso lo hemos sabido después, indagando en el suceso, tan terrible como misterioso.
Una mujer de madrugada en la cuneta de una autovia, los coches silvando despiadados, erizando su piel y ella casi a tientas, guiada por los faros fugaces de los vehiculos, sin ayuda del cielo, encapotado por la tormenta. EL retrato de una desgarradora soledad, como una foto de Dorothea Lange: no se ve nada, ni siquiera un destello de esperanza, al final del tunez. Uno la imagina caminando con miedo pero también con determinación junto a la linea blanca, como quién afronta un trecho mas del duro camino que lleva recorriendo desde que vino al mundo. Seguro que los conductores que la vieron se preguntaron que diablos hacia una mujer a esas horas andando por ahí.
Nadie lo supo entonces, cuando fué arrollada por uno. dos, quién sabe si tres vehiculos, y su cuerpo quedó desmadejado, un bulto quieto en la carretera. Supimos después cuando ya era tarde, que regresaba a su lugar de trabajo, un club de alterne del que habia salido con un cliente horas antes: un hombre que, cabe suponer, se mostrara entonces zalamero pero que más tarde, satisfecho el servicio, se tornara ruín negandose a llevarla de vuelta, lo que la empujó a regresar caminando sola, como un animal abandonado, por las márgenes de una autovia. Se supo por último que era africana y que se llamba LucY. y podemos imaginar sus sueños: un futuro mejor, una vida normal. Lo que no sabremos nunca es si murió intentando cruzar al otro lado, si se lanzó al vacio de la nada para acabar con todo, con una vida puta y miserable, o si ya estaba muerta por dentro desde mucho tiempo antes, desde el día en que dejó su tierra y a los suyos e inició un viaje infernal que terminó de madrugada en una autovia de mierda. Su cuerpo sin edad yace en el deposito sin que nadie lo reclame. Que asco de mundo.
(Esto lo he leido hoy en el periodico, y la verdad, me ha impactado.
Maria (M. de Ebro)
Casi tan cruda como la noticia de su muerte resultó ser su vida, pero eso lo hemos sabido después, indagando en el suceso, tan terrible como misterioso.
Una mujer de madrugada en la cuneta de una autovia, los coches silvando despiadados, erizando su piel y ella casi a tientas, guiada por los faros fugaces de los vehiculos, sin ayuda del cielo, encapotado por la tormenta. EL retrato de una desgarradora soledad, como una foto de Dorothea Lange: no se ve nada, ni siquiera un destello de esperanza, al final del tunez. Uno la imagina caminando con miedo pero también con determinación junto a la linea blanca, como quién afronta un trecho mas del duro camino que lleva recorriendo desde que vino al mundo. Seguro que los conductores que la vieron se preguntaron que diablos hacia una mujer a esas horas andando por ahí.
Nadie lo supo entonces, cuando fué arrollada por uno. dos, quién sabe si tres vehiculos, y su cuerpo quedó desmadejado, un bulto quieto en la carretera. Supimos después cuando ya era tarde, que regresaba a su lugar de trabajo, un club de alterne del que habia salido con un cliente horas antes: un hombre que, cabe suponer, se mostrara entonces zalamero pero que más tarde, satisfecho el servicio, se tornara ruín negandose a llevarla de vuelta, lo que la empujó a regresar caminando sola, como un animal abandonado, por las márgenes de una autovia. Se supo por último que era africana y que se llamba LucY. y podemos imaginar sus sueños: un futuro mejor, una vida normal. Lo que no sabremos nunca es si murió intentando cruzar al otro lado, si se lanzó al vacio de la nada para acabar con todo, con una vida puta y miserable, o si ya estaba muerta por dentro desde mucho tiempo antes, desde el día en que dejó su tierra y a los suyos e inició un viaje infernal que terminó de madrugada en una autovia de mierda. Su cuerpo sin edad yace en el deposito sin que nadie lo reclame. Que asco de mundo.
(Esto lo he leido hoy en el periodico, y la verdad, me ha impactado.
Maria (M. de Ebro)
