Buenos días, Antonia.
Cuídate, mi alma, de esa faringitis no sea que vengas a la
reunión y nos la pegues. Es broma, mujer. Cuídate, eso si, porque como se acerca
Navidad hemos de cantar algún villancico y con la voz atiplada por el costipado no se puede.
Venga, nos vemos. Un abrazo.