Bien, Sensi, por la mañana estuve un rato contestando
mensajes. Recibí varias llamadas de la
familia y de los
amigos. Parte de la tarde la pasé con mis hijos. Un día tranquilo. Y ahora esperando que nuestros socios catalanes digan si hacemos una
comida de hermandad juntos el día 27 o si sólo nos encontramos para tomar café.
Venga, Sensi, besillos.